
Por Juan Carlos Méndez Ramírez
¿Entregar BCS a Washington?
A veces se dice de broma, pero en muy pocas ocasiones en serio. Estas expresiones me han acompañado a lo largo de mi vida y de vez en cuando se topan en los temas de conversación entre vaciladas de los choyeros, pero… sí hay algo de fondo.
Por eso cada vez que capto «movimientos extraños» reflexiono y de nuevo acudo a los documentos que ha venido presentando Cuauhtémoc Morgan ya sea en los editoriales como el caso del Golfo de California o bien, a consultar sus dos últimos libros donde aporta mucho al tema de la soberanía.
En su nuevo libro «Independizar la Baja California», expone de manera clara cómo los habitantes nativos han sido desplazados no solamente de los centros históricos de las principales ciudades y poblaciones, sino también en la toma de decisiones porque ahora los oriundos de Baja California Sur son minoría en el Congreso de Baja California Sur.
Y a esta situación se agrega el hecho de que la mayor parte de la superficie peninsular la integran las Áreas Naturales Protegidas que modifican la vida de las comunidades, porque la administración de las mismas pasa directamente no a la CONANP (Comisión Nacional de Areas Naturales Protegidas), sino a los organismos que reciben finacimiento de Washington.

Por eso, advierte el escritor, la mayor parte del territorio pasará a un estatus de «soberanía relativa», tal y como ocurre en el Amazonas de Brasil, donde las decisiones importantes están ahora ligadas al interés de los grandes círculos financieros que son los que proveen de dinero a las organizaciones ambientalistas.
El influir en regiones como la península de Baja California, tiene su punto de partida en el Cuarto Congreso Mundial de los Desiertos que se realizó en Denver en 1987. Es cuando a los grandes grupos financieros (familias Rotschild y Rockerfeller) de repente «les nació el amor por la naturaleza».
Ahí se tomaron decisiones importantes, como la emisión de los famosos «bonos verdes», que son transferidos a los gobiernos para que los gasten en políticas ambientales y se convierten en deudas obligadas. Morgan es claro. Se trata de una transferencia de «deuda por territorio».
Por eso los ejidos de Baja California Sur, en decisión mayoritaria se oponen a que se declaren las Áreas Naturales Protegidas, ya que les arrebatan la administraciones de sus tierras, para que transferirlas a las organizaciones ambientales que apuntala el Gobierno de Estados Unidos, tal y como lo ha venido señalando Guillermo Trasviña Meza, representante de la Asociación Rescate de los Pueblos, Tradiciones y su Economía.
PARLAMENTOS

Hoy por la mañana fuimos testigos de la dura crítica que ha hecho el presidente de la Confederación Patronal Mexicana (COPARMEX) en Baja California Sur, Gustavo Díaz Tronco, al gobierno federal que en cinco años ha dejado a la entidad sin inversión para llevarse todo el dinero al centro y sur de la república donde se construyen sus proyectos emblema. En concreto, la cuarta transformación no invirtió en infraestructura en nuestra media península lo que ha sido muy notorio, porque llevábamos un ritmo favorable cuando estaban los gobiernos neoliberales corruptos y ahora, cuando comienza la honestidad, pues nos dejan sin obras relevantes. Se fue recogiendo el dinero incluso, desaparecieron el Fondo Minero que en 2019 todavía era de 140 millones de pesos que serían destinados a Mulegé, pero AMLO lo concentró y nunca lo regresó.

El activo senador Ricardo Velázquez Meza, de MORENA, se ha reincorporado de lleno al trabajo legislativo, luego de darse unos días por el triste fallecimiento de su señora madre. Por cierto, al transitar por las deficiencias del sector salud en Baja California Sur, hace un llamado a familiares o bien a pacientes que han enfrentado las carencias en clínicas y hospitales de nuestra media península, para que le compartan sus experiencias y a través de la gestión legislativa buscar los apoyos necesarios a fin de que se tenga la capacidad mínima aceptable en la salud de las personas. Por cierto hoy nos levantamos con la mala noticia de que el gobierno federal ha cancelado la contratación para médicos generales y médicos especialistas, por falta de prespuesto, lo que viene a agravar la atención a los residentes. Por esta razón se considera que será muy difícil alcanzar el nivel del sistema de salud que hay en el reino de Dinamarca. Pero que al menos existan las medicinas, implementos, instrumental, y todo lo necesario para evitar el deterioror de la salud o bien, el fallecimiento de los pacientes. Habrá cambios seguramente, pero ya se acabó el sexenio y una de sus grandes encomiendas no pudo ser lograda. Es la verdad.

En noticias más agradables, debo destacar que una de las revelaciones en la administración pública es sin duda mi amiga Alejandra Estrada Obregón, directora de Comunicación Social del gobierno de Oscar Leggs Castro y que forma parte de una constelación de comundeños y comundeñas que sirven con eficiencia, honestidad y gran profesionalismo en Los Cabos. De hecho es una de las pocas dependencias que no tiene vacaciones y va a un ritmo impresionante de trabajo que ha generado la envidia de muchos que le han querido poner obstáculos o bien, le han lanzado infundios. Pero como bien dice el dicho, el trabajo es lo que cuenta y claro, los resultados. Pues bien, el equipo de esa oficina de comunicación social, tiene un lugar destacado dentro del gobierno del profesor LEGGS. Yo en lo personal orgulloso de mi paisana comundeña que brilla muy a su estilo y a veces hace un acopio de paciencia porque la entiendo, muchos la hacen desesperar, pero en general esta dama es accesible, muy sencilla y su oficina es de puertas abiertas. ¡Felicidades al equipo!
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No a entregar a Washington, mejor vender directamente el ejido a los desarrolladores y particulares gringos ;-)
Por el bien de todos, primero los pobres. Esta realidad es lo que le cala tanto a los prianistas que suspiran por los tiempos en que facilmente se llenaban los bolsillos convertiendo los ejidos en desarrollos habitacionales o turístico en un estado sin agua, destruyendo de paso las sierras que captan el agua que consumimos.