Hoy fue dado a conocer que se ha dado cumplimiento a la orden de aprehensión en contra de cinco sujetos, a los que se les acusa de secuestro agravado, que fue obsequiada por el Juzgado Segundo de Primera Instancia del ramo Penal en Cabo San Lucas.

Los delitos por los que se le acusa es de secuestro agravado en grado de tentativa, además de la privación ilegal de la libertad de un taxista que habían amagado previamente y al que despojaron de su unidad para ir a plagiar a un comerciante en el mes de julio anterior.

LOS HECHOS
Los sujetos estuvieron involucrados en un intento de secuestro en Cabo San Lucas, el que se frustró porque su víctima opuso resistencia en contra de los plagiarios que intentaron someterlo en el interior de una farmacia ubicada en la avenida Chapultepec justo enfrente del Hospital General la mañana del lunes 29 de julio.

Esto ocurrió cuando los delincuentes llegaron al establecimiento a bordo de un taxi del sitio Nuevo Amanecer, donde ya tenían amarrado al chofer de la unidad para perpetrar el plagio que no pudieron realizar, por lo que salieron de la farmacia huyendo se subieron al Taxi – Van justo cuando una patrulla pasaba por el lugar.

La unidad policiaca logró interceptarlos en el cruce de Leona Vicario y Bordo, donde uno de ellos fue detenido cuando pretendía cambiarse de ropa y los otros huyeron en diferentes direcciones luego de bajarse de la unidad. Pensaban pedir un millón de pesos como rescate.

Los detalles sobre esta banda que pensaba establecerse en Los Cabos, donde a decir de uno de ellos “había mucha gente de dinero”, fueron revelados por el Semanario ZETA de Tijuana. La pareja sentimental de uno de los secuestradores, era empleada de la misma farmacia y la que facilitó la información sobre las actividades del hijo del propietario de la negociación.

Venían del estado de Guerrero específicamente a cometer varios secuestros, según revelan en sus declaraciones, porque se les hacía facil. Todo les falló.

EL PLAN FALLIDO DE LOS SECUESTRADORES
* Yahir Coria Contreras y Ausencio Bracamontes Rodríguez, serían los responsables de conseguir una camioneta tipo van para que pudieran caber todos al momento de consumar el delito, y los encargados de vigilar a la víctima.

* Moisés Millán Coria vigilaría el movimiento de la farmacia, donde pretendían levantar a Óscar y sacarlo.

* Otoniel Coria Contreras estaría en un punto de seguridad a escasas dos cuadras de la farmacia, tomaría el volante de la camioneta, una vez que sus cómplices hubieran consumado el secuestro y estuvieran a bordo del vehículo.

* Juan Carlos Coria Contreras estaría parado en el semáforo de la calle Leona Vicario, casi esquina con Libramiento, cerca de la termoeléctrica de la Comisión Federal de Electricidad, y subiría hasta el final en la camioneta, una vez que la víctima fuera amagada y vendada de los ojos, para así evitar el riesgo de ser reconocido.

El plan de los secuestradores era que una vez a bordo de la camioneta, irían rumbo al centro de Cabo San Lucas, donde se bajarían Moisés y Otoniel, y la unidad seguiría su paso rumbo al arroyo “El Tule”,  en el corredor turístico de Cabo San Lucas y San José del Cabo.

El cabecilla expuso que “cuando estuvieran en ‘El Tule’ iban a bajar de la carretera, y se iban a meter 100 metros hacia adentro del monte, ahí bajarían a la víctima, a quien dejaríamos al pie de un árbol frondoso, en espera de la negociación con el padre, cuyo pago debía ser no mayor a 48 horas”,  de lo contrario, lo matarían.

En ese sentido y según el plan, “el dinero del rescate debía depositarse en efectivo en una maleta de color negro, la cual debían dejar en la parada de camiones del hotel Cabo Real”.

Entonces, el frustrado plagiario recogería el dinero a bordo de un taxi, y una vez contabilizada la suma, sus cómplices -Yahir y Ausencio-, quienes estarían vigilando a la víctima,  llevarían al hijo del farmacéutico hasta la carretera y lo dejarían en libertad para que sus padres pudieran recogerlo.

Los cinco integrantes de la banda regresarían al cuarto de renta y se repartirían el dinero en partes iguales, regresando todos a Guerrero, mientras que Juan Carlos se iría de viaje a Culiacán, Sinaloa.