Por Juan Carlos MÉNDEZ R.

Mayoría Democrática y reto legislativo

Ayer se instaló el Poder Legislativo del Estado con una nueva generación parlamentaria, la que habrá de acompañar al Gobernador Carlos Mendoza Davis durante sus primeros tres años de ejercicio gubernamental, y donde el Partido Acción Nacional y su aliado el Partido de Renovación Sudcaliforniano tendrán una cómoda mayoría democrática.

Ser mayoría en número de curules y en votación estatal no es una concesión gratuita, por el contrario es una circunstancia que se ganó legítimamente en las urnas con arduo trabajo, lo que exige una enorme responsabilidad en la producción de nuevos ordenamientos jurídicos y en otorgarle estabilidad a la conducción institucional de los tres poderes del Estado.

Ciertamente es algo muy favorable para un gobernador, el contar con el respaldo de la mayoría calificada de los diputados y diputadas que integran el Congreso del Estado, una soberanía que tiene también la función de contrapeso y de control de los otros dos poderes, y que en manos de la oposición al que ostenta el Poder Ejecutivo solo produciría parálisis en muchas de las competencias de la función pública.

Pero tampoco están excluidos de esta representación soberana el PRI, el PRD, MORENA, y el PT, ahí están con sus posiciones parlamentarias, mucho dependerá el desempeño de sus legisladores de los perfiles que hayan mandado al legislativo, su relevancia dependerá de su trabajo en comisiones y en el pleno.

Quedó integrada la primera mesa directiva con mujeres legisladoras como Eda María Palacios, Patricia Ramírez y Norma Peña, una oportunidad política importante para demostrar que la equidad de género es útil y funcional para el mejor desempeño de nuestras instituciones representativas, y no lo escribimos como si le exigiéramos más a las legisladoras, sino que por las recientes experiencias de las legislaturas pasadas –salvo la saliente que tuvo diputados que mostraron oficio y trabajo productivo- donde la decepción fue la regla tanto en hombres como en mujeres que ocuparon curules estatales, están ahora obligadas y obligados a elevar su rendimiento.

La fracción mayoritaria PAN-PRS no solo está encomendada a contribuir en la elevación de la productividad, sino que además al tener la conducción de ese poder público, asumirá los costos políticos de los errores que ahí se cometan, esperemos que esta mayoría democrática comprenda su responsabilidad histórica y logre trascender por sus buenos resultados, ojalá que así sea por el bien de Baja California Sur y de así ser el caso de su propia reelección. En hora buena.

Queda para la memoria y el ejemplo los esfuerzos compartidos y acuerdos logrados en la legislatura que acaba de terminar, donde sin duda Juan Domingo Carballo, Adela González, el buen Güero Verdugo y Omar Zavala fueron piezas claves para los desenlaces tersos y que no hubiera desorden legislativo, político y decepciones en los debates que por momentos pareciera que convertirían la tribuna en un lodazal por la necedad y la mediocridad de algunos como el traidor de Carlos Castro Ceseña que utilizó siempre esa representación para negociar en lo oscurito, chantajear y golpear sin pudor la inteligencia de sus representados.

Juan Domingo Carballo y Gil Cueva pasarán a la historia como dos congresistas que transformaron al Congreso desde la desaparición de la Autoritaria Gran Comisión y en la conducción de un Órgano Deliberativo y Colegiado en el cual se aportó siempre la discusión responsable y sin censura.

Juan Domingo nunca dejó de lado la comodidad de los cargos que asumió en el seno de dicha legislatura, por el contrario conminó a sus compañeros a redoblar siempre esfuerzos poniendo como deber la inclusión de todas las voces, incluso aquellas que desde la manifestación y protesta en las calles parecía no ser tomada en cuenta por el Congreso y por ello alcanzaron a sacar la nueva iniciativa con proyecto de Decreto que crea la Ley Orgánica del Congreso del Estado, que estaba empolvada ya desde los albores de los años 90.

Adela González Moreno se va con la satisfacción de haberle dado a sus representados y al pueblo sudcaliforniano su mejor esfuerzo, llevando a la tribuna y comisiones los reclamos más sentidos, sin otorgarse jamás un crédito personal, ya que siempre actuó en compañerismo y jamás permitió que los abusos de poder permearan en su paso por la Junta de Gobierno y Coordinación Política.

Adela González cierra con trabajo y entrega una Junta de Coordinación ordenada y sin pasivos políticos y económicos, porque siempre supo y así le ha caracterizado, que el poder es para servir y que su compromiso nunca estuvo con facciones o grupos en el poder.

Por último Omar Zavala, quien a pesar de ser un diputado del PRI y tener como compañeros a nefastos traidores del pueblo, supo conducir toda responsabilidad o cargo que tuvo, con seriedad, apertura y sensibilidad. Omar Zavala logró que su fracción –PRI- siempre estuviera activa y que se incluyera en cualquier decisión que afectara a los sudcalifornianos. Le tocó sortear situaciones difíciles en materia de justicia, pero jamás se arredró o acobardo en exigir a nombre de los sudcalifornianos mejores instituciones y corporaciones policiacas, impulsando adamas la reforma judicial que habré el paso a la oralidad en los juicios.

Como político Omar se va tranquilo porque cumplió hasta donde le fue posible y los priistas lo saben, porque fue el único diputado que supo ser oposición, que tuvo madurez para no poner en riesgo a las instituciones sudcalifornianas cuando se opuso a decisiones que no comulgaban con su formación ideológica, pero lo más importante es que siempre estuvo del lado de la gente a quien le queda pendiente y se quedó con las ganas de llevarlo a la presidencia municipal de La Paz, gracias a que su partido no le dio esa oportunidad. Aun así Zavala sigue trabajando y lo seguirá haciendo donde esté.