Por Víctor Octavio García

Cierre espectacular

No se sí se serían treinta mil o más asistentes los que se dieron cita en el espectacular cierre de campaña Narciso Agúndez la tarde del domingo pasado, en el célebre arroyo de El Tule, lo que sí se –porque asistí–, que fue un cierre de campaña nunca antes visto. Miles y miles de gentes vitoreando a su candidato, con el ánimo encendido y prendidos, pronosticando el triunfo del abanderado de las izquierdas a la alcaldía de los Cabos. Dice el dicho que las comparaciones no son buenas, pero si se recurre a ellas con humildad para “medir” la asistencia a uno y otro cierre de campaña, sin duda que el de Narciso Agúndez Montaño reunió tres tantos más que los registrados en los cierres de sus contrapartes del PAN y del PRI, uno y dos días antes. Tampoco se ve la utilidad cuando algunos medios de comunicación tratan de minimizar el evento por encima de una realidad inocultable, como ocurrió esa tarde-noche en el arroyo de El Tule, donde ondeaban miles de gorras y banderas con los vivos colores y las siglas del PRD-PT y Movimiento Ciudadano.

Desde la loma de Chileno se divisaba la enorme extensión que abarcaba las sillas de los miles de asistentes al evento, autobuses y vehículos particulares estacionados sobre el lecho del arroyo y en las laterales de la carretera de cuatro carriles en ambas direcciones; tanto a Cabo San Lucas como a San José del Cabo. El embotellamiento que se registro en ambas direcciones provocó que cientos de vehículos particulares y camiones de todo tipo demoraran de una a dos horas para llegar a vuelta de rueda al arroyo de El Tule. Nunca vi coraje, molestia o inconformidad entre los automovilistas, sino impotencia y desesperación por llegar a tiempo al evento.

Una hora antes de llegar, a escasos tres kilómetros donde se llevaba a cabo el evento, un ultraligero (avioncito) –como el que vuelan los mendocistas cuando traen el “engrudo echo bolas”– volaba sobre la mancha urbana, tomando fotos y videos aéreos del mega evento. Cuando ví, desde la loma de Chileno la enorme concentración me pregunte desde mis adentros ¿y las encuestas de Parametría y Mitofsky dónde Diablos están?; el candidato, anfitrión y convocante del evento en “tercer lugar” en las preferencias electorales, según ambas encuestadoras.

Sobre el lecho del arroyo, aplanado con tierra sobre la arena, no se ven alteraciones del arroyo o “daños ambientales” en el entorno como los que se observan kilómetros antes de llegar, donde se han modificado cerros y cañadas que curiosamente nadie ha visto. Cuando llegué el evento ya había terminado, así que apenas hubo tiempo de saludar al candidato en medio de un remolino de gente que se acercaban para saludarlo, tomarse la foto o simplemente para felicitarlo. El candidato se veía contento, seguro de si mismo, firme, entusiasmado. Solo cruce un par de palabras con él mientras ambos degustábamos papitas fritas y un refresco de cola. Víctor, está es mi gente y no se raja, me dijo, con ánimo y alegría que le brotaba a flor de piel, mientras se acercaban dos señoras para mostrarle panfletos en su contra que les arrebataron a unos proselitistas de Arturo de La Rosa, en su colonia Caribe Bajo, una noche anterior.

(El gesto y la actitud de ambas señoras me recordaron a los partisanos franceses durante la ocupación Nazi en Paris). Le mostraron fotos en su celular de varias cajas de panfletos imprimidos con los vivos colores y logos del PRD-PT-Movimiento Ciudadano y una foto del candidato en la parte inferior del panfleto, donde Narciso “reconocía” tener varias propiedades, entre ellas una isla, dinero en el extranjero y aceptaba que gente muy cercana a él habían sido los autores del robo en la tesorería municipal de Los Cabos. Vil guerra sucia. Cuando NAM vio los panfletos –porque ni siquiera los leyó– solo se sonrío y no le dio mayor importancia, y me pasó uno para que lo “viera”. Estaban por dar las diez de la noche y seguía el embotellamiento en la carretera cuatro carriles, ahora en dirección inversa de El Tule a Cabo San Lucas y a San José. El aforo vehicular era inmenso, así como el ir venir de la gente, prendida con el evento que esa tarde-noche reprobaron a Parametría y a Mitofsky, sin replicas ni opciones a exámenes de título de suficiencia, salvo el veredicto y la verdadera encuesta del próximo 7 de junio. ¡Qué tal!

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