Por: Armando León Lezama

LOS GABINETES DAN O QUITAN LUSTRE AL GOBERNADOR

Como si fuera un concurso de televisión, una disputa entre rivales de una película barata, a la mexicana, de la década de los años ochenta, una ambición obsesiva por ser gobernador, una pasarela de políticos a la manera de los desfiles de exhibición de productos del consumismo, son presentados los candidatos al Poder Ejecutivo Estatal del Estado de Baja California Sur.

En verdad no se han ganado ninguno de los candidatos ya registrados ante la autoridad electoral, el grado de lideres.

No hay en sus discursos sentimientos de la nación; sí palabras huecas, un acomodo del alfabeto que infla sus egos, que a su entender, los hace parecer, “los mejor de lo mejor en política”.

Ignoran, que no llegan aún a la talla de Don Miguel Hidalgo y Costilla ni del generalísimo José María Morelos y Pavón, ni en dosis pequeña.

Son políticos ahijados de grupos de Poder, ya de su partido político, ya de inversionistas, ya de neoliberales o al menos, en los hechos hasta el día de hoy, candidatos “ incondicionales”. Son ahora, pura figura.

Más no son hombres libres. Sí son hombres solitarios hasta el momento que los mueven sus maquinarias partidistas y los poderes de facto.

Entonces, cuando la elección del 7 de junio de 2015 está a la vuelta de la esquina, porque no salir de este escenario de “Monarquía Republicana” y pasar a los quehaceres de nuestra República Mexicana ahora y ya.

Para comenzar es bueno que los candidatos a gobernador presenten ya el Gabinete que  acompañará en el comienzo de su sexenio, para saber en verdad si estos equipos les darán lustre o no y aprovechar la temporada de campaña para realizar una especie de observación y expresión ciudadana que revele en los hechos que no vienen a perder el tiempo ni vienen a engañar con esa cantaleta de que “gobernaremos con el Pueblo”.

Ni improvisación, ni perdida de tiempo.

Ya que no son líderes, sean al menos en esfuerzo “buenos servidores públicos”, manden obedeciendo.

Entonces, empecemos por conocer los gabinetes, ya que sus palabras en carácter de candidatos “atolondran” de tanto “yo”, “yo”, “yo”.

Digan en nombre y apellidos quienes son los palomeados, sirve que los demás despiertan y se dan cuenta que el Poder es para unos cuantos que deben generar bienestar y mejorías para los muchos.

Queda claro entonces que unos empujan el carro para que encienda y otros los que se suben.

Sea entonces empezar a desinflar pasiones y ambiciones para entrar al terreno de las realidades: Quien tenga el mejor gabinete merece ser gobernador.

Los más seremos vigilantes, militantes, ciudadanos comunes y posibles trabajadores de gobierno y unos cuantos los que pueden ir a la cárcel si no hacen bien las cosas que hacen mal.