GUBERNATURA DE BAJA CALIFORNIA SUR NADA MÁS UNO.  PREVALECERÁ EL MANDO NACIONAL TRICOLOR

Por: Armando León Lezama

Ni unidad, ni unanimidad en el PRI. Es decir, ni están de acuerdo en ceder, ni quieren entender que están siendo exageradamente chiqueados los suspirantes por la candidatura a gobernador del Estado de Baja California Sur: Isaías González Cuevas, Ricardo Barroso Agramont y Esthela de Jesús Ponce Beltrán.

Preguntando al “enemigo en casa”, con quien duermo, atiendo y escucho sus reflexiones como priísta que se siente, porque no ejerce militancia pero sí creencia en el viejo partido del Estado Mexicano que vuelve a sus andadas en la construcción de un país al servicio de los “de arriba”, “los pudientes”, los neoliberales del planeta, ¿quién sería mejor candidato en ese partido de sus padres y abuelos?, a lo que respondió: Isaías González Cuevas.

Reconoció a su entender, que estaban hechos uno para el otro, Isaías y el PRI.

No desconoció lealtad de Ricardo Barroso, pero lo ve chamaco. Afirma que se le quiere y por eso mismo, es un militante al que hay que cuidar. No enviarlo a poder perder en una contienda inédita por aquello de las candidaturas independientes, aún con las posibilidades de ganar.

Me decía, en los tiempos de mis abuelos y padres, “el primero en la fila” era el destapado. El más capaz por conocer las broncas de la política y como amedrentarlas, enfrentarlas y sacarlas a mejor camino.

No había encuestas que por ganar dinero o demostrar fuerza social se hacen a modo.

Además En el PRI mandan los de arriba. Aquello de “Revolucionarios”, se queda en el papel cuando se debe y tiene que obedecer la superioridad jerárquica, y a la hora de defenderse de la oposición, “hay que parecerlo”.

Ya dijo uno que sigue mandando en el PRI, le comenté, “no se hagan bolas”, entonces es cierto, para que tantos brincos si el suelo está parejo a la Peñanietista, expresé.

Sentenció mi compañera, “como presidente municipal quedaría muy bien, o de plano que se luzca siendo un mejor Senador de la República”.

Pensé, ¡zás!, con lo rencoroso que se porta cuando no se cree en él ciegamente, se va enojar. Y si llega a ser el candidato, mmm…pues saco lo izquierdista y haber de a como nos toca. Lo considero un amigo, y por eso coincido con mi asesora.

De Esthela, sabemos que está acá debajo de cara al los habitantes de la capital de esta entidad bella y paradisíaca; pero su cabeza está arriba, sus pensamientos, acciones, empresas, son asunto del futuro.

Ahora está divorciada de los pobladores en mayoría de éste municipio paceño, empezando por sus trabajadores: La burocracia, por el constante incumplimiento a sus pagos quincenales.

Con la población se dedica a tapar problemas, a paliar los requerimientos del día, de la semana, del mes, llevando en la rodilla el cuaderno de las improvisaciones. No así cuando se trata de trabajar para Peña Nieto y quienes le mandan a él, porque se pule y gana el reconocimiento estelar. Es más ya compite con generales en eso de colgarse medallas de reconocimiento nacional.

Pero ese arrodillamiento al poder en turno y ese divorcio social con sus representados, le dan un escenario circense a la hora de sus eventos que dan risa por aquello de “son los mismo”. El resto de la población, no la conoce. Contrastante con el manejo de medios que maquilla y al pago del servicio, se dice lo que se quiere.

Entonces, mandantes del PRI, ustedes tienen la decisión, mi compañera su opinión, y yo mi ideología.