• Javier Ruiz, nefasto y pésimo servidor público
• Forastero con las manos sucias

“¡Cómo te importa tu pureza!
¿Qué miedo tienes a ensuciarte las manos!”
— Jean Paul Sartre

Por Juan Carlos Méndez

Si la credibilidad de un funcionario público radica en el cumplimiento y resultados de lo que predica, Javier Ruiz Almanza acaba de demostrar que no es un funcionario público, sino un “forastero” mentiroso. Peor aún, el arterioesclerótico Director de Comunicación Social del Ayuntamiento de Los Cabos, revela que lo que “pasa por su mente” es el cucú de una influenza mitómana patológica moral y el deseo de engañar al presidente municipal para “clavar” el puñal en la indecencia de coaccionar la libertad y la información.

Dispuesto a sabotear todo lo que pueda llevar al ayuntamiento de Los Cabos a mantener una relación objetiva y de afinidad con los medios de comunicación locales y nacionales, para posicionar lo que históricamente Antonio Agundez Montaño ha evocado como garantía de darle a la sociedad el derecho a estar informada, Javier Ruiz Almanza dio elementos para concluir que es un Director bastante malo, deficiente, incapaz, demagogo, desinformado, desinformador y malévolo.

El temor de sus subalternos es su realidad: el pavor a que el presidente municipal se enteré que el “forastero” trata a los empleados y colaboradores y basta con solo escucharlo hablar cuando se dirige a ellos, para  dar cuenta de su ignorancia y desconocimiento para elaborar una noticia, un boletín o una crónica a su cargo dentro de la institución, para que se revele la pobreza de su léxico, la ineficacia de su capacidad y la dictadura criminal que domina su mente cuando de trabajo se trata.

Pero lo más grave del director de Comunicación en Los Cabos es el hecho de desconocer a los josefinos, sanluqueños y en general al pueblo de ese municipio, al que llegó cobijado por Jesús Ortega del DF y al que inmediatamente traicionó para escudarse en ex alcalde René Núñez Cosio, que al cabo de un tiempo traicionó también y se refugió en el Grupo de Políticos Mafiosos y Corruptos denominado Los Cabos y al cual flaco favor les está haciendo, ya que dice que es irremovible porque mantiene una relación conyugal con una regidora del actual cabildo municipal.

Y a pesar de que Martin usa lo que niega a los medios: el acceso a la información y la discreción de los apoyos y recursos, pues ha cerrado las puertas a cualquier sugerencia o propuesta del personal para refundar su Camelot-administrativo. Una ligera investigación periodística probaría las mentiras del “forastero” Ruiz Almanza.

En tanto, el funcionario forastero, allegado del DF, allá en su guarida busca siempre en toda oportunidad hacerle creer a la gente que es intimo amigo y  miembro del equipo más cercano de Narciso Agundez Montaño.

Javier Ruiz Almanza, que le miente a los periodistas que quieren practicar su libertad de pensar y escribir y que ejerce el poder por encima de la buena fe del Tony Agúndez, se ha dedicado a amedrentar y dar trato despótico a los trabajadores sindicalizados de esta dependencia, a través de los soporíferos dichos de autoproclamarse persona clave en el cargo. La tergiversación de hechos que hace Javier para apantallar a los acarreados que cucharea y engaña, comprueba la suposición de que el Tony lo desechó y se lo quitó de encima al despedirlo como secretario técnico de la presidencia municipal y le dio un consuelo por el hecho de ser el marido de la Regidora Anel Susana Marrón Amador.

Pero Javier Ruiz Almanza, no ha podido trascender su propio pasado y ha estancando las aspiraciones del presidente municipal –en la lógica de que probablemente se desconocen sus antecedentes políticos, pues posiblemente sea militante del PRI, aunque no deje pasar ocasión para autonomizarse miembro distinguido de los Chuchos—y con ello entorpeciendo la brillante actuación de gestoría, resultados, trabajo y compromisos que la dirección que mal ocupa, trascendió con Miguel Arroyo o Jorge Castañeda.

Mal le debe ir al proyecto de Narciso y Tony Agundez, si la estrategia de comunicación, imagen y difusión pasan por este “chilango forastero” que usa la dirección de comunicación para impulsar su aspiración de ocupar una Regiduría plurinominal en Los Cabos.

Varios funcionarios cercanos al presidente municipal y 8 regidores dicen que nunca meterían las manos al fuego por este funcionario, pero sin reconocer –en términos sartreanos–que se quedó con las manos sucias, “yo tengo las manos sucias, hasta los codos”, dice un personaje de Sartre, “¿te imaginas que se puede ser regidor inocentemente; o que miedo tienes a ensuciarte las manos?”

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