Por Víctor Octavio García

Opacidad –e impunidad– manifiesta

• Cuentas Públicas sin aprobar
• ……Y no pasa nada.

La no aprobación de las cuentas públicas del gobierno del estado, de los gobiernos municipales, de institutos de estudios superiores como los anotamos en la entrega del viernes pasado, del COBACH, del CECYTE, del Instituto de Educación para Adultos (IEEA), de la UABCS, del Tribunal Superior de Justicia, de la  Comisión Estatal de Derechos Humanos, del Instituto Estatal Electoral, y de otros más es una constante que no solo demuestra que la ley no impera, sino que se ha institucionalizado en corrupción, complicidad y en la no rendición de cuentas como una práctica normal y cotidiana, cuando debiera ser todo lo contrario. Esto sucede todos los años, cuando el poder público –enfatizamos– encargado de revisar, auditar, aprobar o desaprobar, aplicar las sanciones administrativas y consignar el caso a las instancias penales que correspondan, es el Congreso del Estado a través del Órgano de Fiscalización Superior del Estado. En problema es que aunque en ese órgano de fiscalización se toman decisiones técnicas por conducto de su Comisión de Vigilancia integrada por los diputados Ernesto Ibarra, Sergio Barrón y Guadalupe Olays, Presidente el primero y Secretarios los segundos, que “operan” decisiones políticas y de “a cuántos nos toca” y es aquí donde la “cochi tuerce el rabo”.

Qué casualidad que desde el 2010 a la fecha que se revisaron y se desaprobaron las cuentas públicas de las instancias mencionadas, que en conjunto suman más de mil millones de pesos del erario público, de nuestros impuestos que no fueron ejercidos con apego a la ley, a las normas de contabilidad, y a lo que exigen organismos nacionales públicos de manejo de recursos, y que prácticamente son las mismas instituciones, no se ha sabido de la consignación de ningún caso de estos que no aprobaron sus cuentas públicas, y menos se ha sabido de sanciones y procedimientos penales y administrativos en contra de los responsables, que tienen nombres y apellidos, en el caso de los ayuntamientos de los tesoreros y sus contralores internos, y en los de los institutos y colegios de educación media superior, de sus directores generales y sus directores de administración y finanzas. Luego entonces, para qué tanto “arguende”, revisando y auditando las cuentas públicas, si no va a pasar nada; bueno, al menos públicamente no se impone la ley, pero es lamentable que en corrillos y mercados es un secreto a voces, las altas tarifas que muchos diputados y hasta regidores cobran en privilegios, favores y dineros a sus jefes inmediatos, para poder pasar una cuenta pública, una autorización de crédito, la venta de un terreno de patrimonio estatal o municipal, o simplemente, para seguirse haciendo pato. Entonces, hay más evidencias de que el sistema imperante premia la corrupción y la complicidad; y el apego a la ley, el que se apliquen las normas, el que se proceda conforme a derecho solo estigmatiza al que lo hace o lo exige, porque todo indica que el régimen de gobierno, la clase política, las autoridades están más para burlarse de la ley y de los ciudadanos comunes y corrientes, que para que se cumpla y el hecho de protestar “guardar y hacer guardar” la Constitución y las leyes, es aparte de una farsa, una tragedia recurrente, sin más efectos que una obra teatral de mal gusto con pésimos actores.

Y no estamos hablando de un secreto, pues los dictámenes del Congreso del Estado a los que nos referimos han sido publicados en el Boletín Oficial del Gobierno del Estado, y se encuentran disponibles al público. En el gobierno del Estado, en los municipios, en estas instituciones que rinden cuentas públicas, saben perfectamente quienes son los responsables y de los cuales en siguientes entregas daremos datos precisos de los “funcionarios” irresponsables e ineptos, de los montos millonarios, de las observaciones que no solventan; en suma se sabe quiénes son, pero siguen ahí como simples “testigos protegidos” cobrando jugosos sueldos que no desquitan, al menos no por el ejercicio de su profesión o actividad, ni por cumplir con su responsabilidad a cabalidad. ¡Ah! pero vemos que en los CERESOS se encuentran presos adictos al alcohol y a las drogas, por robarse una media de tequila, un paquete de cigarros, unas galletitas o un desodorante en tiendas de autoservicio. A ellos sí, todo el peso de la ley, mientras para los verdaderos ladrones, libertad, complicidad, complacencias y privilegios y hasta mejores cargos, siempre y cuando su gallo gane la siguiente elección.

Ahora sí que ¿a qué estamos jugando?. ¿Para qué seguir  promoviendo reformas legales, más controles para el ejercicio del gasto, más penalidades a los delincuentes de cuello blanco, más verborrea a la transparencia y a la rendición de cuentas, cuando todos los años, en diciembre para ser precisos, se repite la misma historia de cuentas públicas que no se aprueban, Congreso que no procede legalmente, y funcionarios que con toda seguridad, seguirán haciendo lo mismo, depredando, corrompiendo, violando la ley?  Porque en BCS nunca ha pasado nada, ni va a pasar, a menos de que Supermán deje de volar. Qué tal!

Para cualquier comentario, duda o aclaración, diríjase a abcdario_@hotmail.com

SOBRE EL CABRESTO
Excelente repuesta obtuvo el joven dirigente estatal del PRI, Juan Alberto Valdivia Alvarado, la tarde-noche del jueves pasado, por parte de los medios de comunicación. Periodistas, editores y directivos acudieron a su llamado para convivir por espacio de varias horas con motivo de inicio de año. JAVA, como lo tutean sus íntimos, es un joven con sensibilidad, oficio y olfato político que, mezclados con su carisma y preparación hacen de él la combinación perfecta de un cuadro importante en el quehacer público y en las lides política. Por definición es un joven valor de la política que tiene mucho que dar, así como retos y expectativas de los que seguramente saldrá airoso y sobre todo, dará repuesta con absoluta oportunidad …Salud.