Por Víctor Octavio García

Gasolineras

• Robo permitido
• Atraco “legal”

En marzo de 2013, el Congreso del Estado aprobó un acuerdo promovido por la fracción parlamentaria del PAN que tiene que ver con el uso de combustibles mediante el cual se ha afectado, de toda la vida, el bolsillo de una mayoría aplastante de consumidores de gasolina, diesel y gas licuado en todo el estado, asunto que no es privativo del estado sino en todo el país.

De suyo importante este acuerdo legislativo que por fin llega a la tribuna del Congreso  el robo de combustibles, pero no como resultado del tráfico abierto en instalaciones de PEMEX –que también se da–, sino mediante el uso novedoso de sofisticados sistemas de medición por cómputo, el mismo robo que se hacía desde hace muchos años, desde la expropiación petrolera de 1938, a través de las máquinas despachadoras. En pocas palabras, y todo mundo lo sabemos, aquí los litros no son de 1000 mililitros, sino de menos, según los escrúpulos del dueño. Y este robo descarado quedó más al descubierto cuando hace unos años una empresa local, para enfrentar a la competencia por la proliferación de gasolineras en la ciudad, le pegó directo en el clavo al poner como eslogan de su campaña publicitaria, que ellos sí daban LITROS COMPLETOS.

Hay mucho de qué hablar en un tema como este, porque en este negocio se ha movido una larga cadena eslabonada de corrupción, donde ciertos empresarios del ramo se han prestado, primero como impulsores financieros de candidatos y proyectos políticos, y enseguida beneficiados por el pago de favores desde el gobierno como proveedores de combustibles, pues aquí la facturación se ha dado al son que le toquen y las auditorías fiscales jamás se han practicado. Además, han sido  pocos los  políticos de alto nivel que no aspiran a tener una gasolinera, o por lo menos  a un prestanombres en ella, para ocultar el enriquecimiento explicable. Hay que recordar que en octubre de 2011 se reformaron los códigos penales federales, sustantivo y adjetivo, para tipificar el robo de combustibles como delito de delincuencia organizada con severas penalidades.

Finalmente, como en México y en el Estado todo es posible, el eslogan de los litros completos solo llevó al escenario público lo que todos sabemos; el robo de gasolina y diesel perpetrado por esta vía en la mayoría de las gasolineras, con la complacencia de ciertas autoridades porque por omisión y hasta complicidad, nunca se actuó, y cuando algún despistado consumidor lo hizo, le salió “más caro el caldo que las albóndigas”, pues sus denuncias nunca prosperaron, antes bien que les hayan sido recibidas en el ministerio público local o federal.

Palabras más, palabras menos, el acuerdo aprobado en el legislativo local exhorta a la delegación de PROFECO en la entidad  –porque ni siquiera ese dato se conoce– a hacer público el padrón de gasolineras en la entidad, el nombre de las que han cumplido con las normas oficiales para la medición de los productos que expenden a los consumidores, y para que esta dependencia federal realice visitas de verificación y vigilancia de las bombas de gasolina, así como para que efectúe campañas permanentes de difusión  para que los ciudadanos denuncien las ilegalidades cometidas. Es decir, el legislativo local exhorta a esta dependencia a que cumpla con una de sus funciones medulares. Y si a esas vamos, el Congreso del Estado tendrá que extender este exhorto a la mayoría de las dependencias federales, pues salvo excepciones, solo han servido de cascarones burocráticos y oficinas de oficialía de partes, porque en los últimos años se han dedicado a “nadar de muertito” y en el mejor de los casos, a seguir una inercia en caída libre respecto al servicio público que debiesen eficientar.

Desde luego que lo valioso del acuerdo de los diputados promotores de la iniciativa, no estriba en las sesudas investigaciones que debieron realizar sus equipos asesores, sino en  la atingencia de extrapolarlo al escenario estatal, habida cuenta de que este tema históricamente ha venido siendo uno de los tabúes de compromisos y fuente de enriquecimiento y corrupción, de contubernio entre “empresarios”, que ha dado mucho de qué hablar, hasta de lavado de dinero y tráfico de influencias en los tres niveles de gobierno, porque para que una gasolinera opere se requiere primero de la concesión otorgada por el gobierno federal, luego los permisos de impacto ambiental generados por el gobierno del estado y, finalmente, el uso de suelo que otorgan los ayuntamientos.  En todo este tránsito de gestoría burocrática se han movido cientos de miles de pesos, quizás millones, de “mordida” o “comisión”, para que una gasolinera cubra todos los requisitos a golpe de billete, porque lo técnico se arregla con decisión política y no como debiera, cubriendo a pie juntillas con las instalaciones y prevenciones adecuadas.  Ahí está el patético caso de la gasolinera ubicada en la calle Jalisco de esta ciudad, a escasos metros de una populosa escuela de educación media superior y en un conjunto habitacional que hasta donde pudo opuso resistencia, pero pudo más el poder, la influencia y el dinero, para dejar a la mayoría de vecinos con un palmo de narices. Al fin y al cabo unos y otros (las autoridades locales) se echaron la bolita, el litigio se perdió, la empresa ganó el amparo, y ahí se encuentra operando como si nada. ¡Chúpense esa!

Para cualquier comentario, duda o aclaración, diríjase a abcdario_@hotmail.com

SOBRE EL CABRESTO
Buen detalle del encuentro de la alcaldesa de La Paz, Esthela Ponce, con directivos y columnistas en su domicilio particular. De lo que se habló será tema obligado en los próximos días en espacios periodísticos……La semana pasada, La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) rescató, rehabilitó y liberó en su hábitat a 2 tortugas (Chelonia mydas agassizii) y un cachorro de león marino (Zalophus californianus) que fueron encontrados en críticas condiciones de salud en la playa de San Pedrito de las Palmas en el municipio de La Paz, en tanto, en otro operativo llevado a cabo en Los Planes, rescató 2 tortugas marinas que fueron encontradas con fuertes laceraciones y estrés, atadas de las aletas y el caparazón con cuerda de nylon, en un lote baldío en esa comunidad…..Saud.