Por Víctor Octavio García

PGR

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• Vaya confusión

En la PGR –donde opera, no se sabe sí manden, el brazo peleonero del calderonato– ni bien salen de un desliz cuando caen en otro. En esta semana, tres diarios importantes que se editan en la frontera norte del país (La crónica de Mexicali; Frontera de Tijuana y El Imparcial de Sonora– publicaron sendas fotografías de la senadora, Gabriela Cueva, ilustrando los pies de fotos como si en realidad se tratara de Alejandrina Giselle Guzmán Salazar, la supuesta hija del Chapo Guzmán aprendida recientemente en San Diego, Cal, al querer entrar a Estados Unidos con pasaporte falso.

La nota, como muchas que se producen en la monumental “fabrica de culpables” que se convirtió la PGR en el gobierno de Felipe Calderón, no nos hubiese alertado de no ser porque la senadora panista –confundida en las fotos filtradas por la PGR como la hija del “Chapo Guzmán–, llegó al senado –vía BCS–, no obstante los berrinches de Herminio Corral y de la mafia caciquil que mangonea la franquicia del PAN en BCS.

La hoy senadora se registró en Loreto ante los fuertes obstáculos del CDE del PAN y de la férrea oposición de los caciques locales, todo porque la dirigencia estatal del partido pretendían más espacios de partido para el gobernador, Marcos Covarrubias, más no para los panista. Aunque Gabriela Cuevas es senadora de la república, su origen como tal no es la delegación defeña de donde arribó para registrarse como senadora, sino de BCS donde finalmente se operó su registro. Luego entonces estamos hablando de una senadora más del PAN que entró a las listas nacionales por BCS y que por un desliz –otro– de la PGR, su imagen fue manejada como si se tratara de la hija del “Chapo” Guzmán.

Lo curioso es, –pese al revuelo que causó en las redes sociales la “confusión” las fotos filtradas por la PGR–, que en el Comité Directivo Estatal del PAN no hubo la más mínima reacción ante un  hecho tan abominable que conmocionó a no pocos senadores y diputados panistas, conocidos y familiares de la senadora, ya que tuvo que entrar  el CEN del PAN al quite, quién exigió una disculpa pública a los tres rotativos.

En descargo, la PGR alegará que la fotos fueron tomadas de Google (lo que puede ser cierto) pero no prefundirá más en el tema. ¿Por qué? porque la PGR, desde hace mucho que se encuentra brutalmente impedida a validar su propia información. Los niveles de desinformación –y perversidades– que privan en su interior son aterradores, si es que no escandalosos, de suerte que ni sus aliados ni partidarios escapan.

En el último desliz donde aún no han enderezado el entuerto es el caso “Lazca”, el capo abatido por la Marina en Progreso, Coahuila. Anteayer, José Cuitláhuac Salinas, sub Procurador de la SEIDO –antes SIEDO– anunció que se exhumarán los cadáveres de los padres del “Lazca” para “reconfirmar” que el capo abatido en Progreso, Coahuila, es Heriberto Lazcano Lazcano “a” el “Lazca”. Mucho menos en este caso la PGR está en condiciones de confirmar sus propios dichos, toda vez que el cadáver del capo abatido fue robado por un comando armado de la funeraria donde era velado.

Aún así en las últimas semanas hemos presenciado el periplo de despedida de uno de los peores presidente que ha tenido este país, comparado quizás con la mediocridad de Miguel de La Madrid y de Ernesto Zedillo. Pero estamos mucho “mejor” dice el perifoneo oficial cuando el país arde por todos lados. Una vez más Michoacán, la “tierra del presidente”, se sale de control para gozo y satisfacción de los agoreros y apátridas que “ven que está temblando y ni así se hincan”. ¿Qué tal?

Para cualquier comentario, duda o aclaración, diríjase a abcdario_@hotmail.com

SOBRE EL CABRESTO
Para aquellos que suelen ver escenarios inimaginables debo decirles que mi relación como periodista con el senador Ricardo Barroso; es excelente, me atrevo a decir que inmejorable…..Ya que tocamos asuntos personales, me dio un enorme gusto enterarme que Armida T. de Caloca, amiga de muchos, muchísimos años, haya sido designada por el Congreso del Estado, como merecedora de la medalla Dionisia Villarino. De Armida no puedo decir más que cosas buenas; y recordar viejos tiempos que hemos compartido en más de tres décadas de hurgar en el mismo oficio, en la misma esperanza y en la misma espera. Es de las escasas colegas con quien mantengo una fluida comunicación y una sólida amistad que trasciende más allá del amor por esta profesión. Siempre le digo, en tono afectivo, de respeto y cariño, que es la “Margarita Michelena de BCS” en alusión a aquella combativa periodista que escribía en la revista Siempre y en Excélsior. Modesta, de una honestidad probada y a carta cabal, ha sorteado obstáculos difíciles, sobre todo en los últimos años una vez que perdió a “Felipe”, su esposo, su gran amor. Su lucha ha sido larga; la lucha de una mujer sola que ha sabido sobreponerse a las envidias y maledicencias que nunca faltan, siempre me ha motivado por su tesón y perseverancia.  Insisto, de Armida sólo puede decir cosas buenas, porque de una amiga, colega y sobre todo, de una apasionada y enamorada de esta tierra solo de pueden decir cosas buenas. En lo personal –no puedo hablar más allá de esa limitadísima frontera– me dio enorme gusto que haya sido designada como portadora de la presea “Dionisia Villarino” y que su designación se haya traducido en un ejercicio plural –y justo– en la votación final de 16 votos a favor. Armida, tú –como siempre te lo he dicho– estás más allá del bien y del mal; y lo que está por reconocerse la próxima semana –aunque muchos lo tenemos ampliamente reconocido desde hace mucho– son tus méritos; tuyos y de nadie más; méritos que te has ganado a pulso. Enhorabuena Armida, y que Díos te bendiga……Salud.