Por Víctor Octavio García
Trabajo sucio
“Boogie el aceitoso”
El sábado pasado –poco después de las 5 de la tarde– se dio una breve pincelada de lo que será (si lo permiten los partidos políticos en contienda) el actual proceso electoral de este año. Esa tarde, un confiado Ricardo Barroso llegó al Bar Mundo’s a tomarse una “cheve”: Minutos más tarde llegó un parroquiano acompañado de una dama (después se sabría que se trataba de la secretaria de Armando Martínez Vega, pretenso panista a la alcaldía de La Paz) donde se encontraba el senador con licencia. A escasos minutos de su arribo, el parroquiano tomó un par de fotos del senador con una cerveza en la mano, e inmediatamente las “subió” a las “redes sociales” (ya después harían su trabajo los chicos malos del PAN, que para eso se pintan solos) para exhibir a Barroso ante la “opinión pública” como un borracho. No obstante que las fotos fueron ampliamente “perifoneadas” y “resorteadas” en las redes sociales, la respuesta no fue la esperada. ¿Por qué?, sencillamente porque no tiene nada de malo que el puntero del PRI se eche su “cheve”, y más cuando su posicionamiento político resiste eso y más.
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