Por Juan Carlos Méndez Ramírez
- La opulencia del Regidor “vaguillo”
- Aire etílico y francachela, beneficio del dedazo
- Parlamentos
“El caso del regidor del PRI expone que vivir del poder termina siendo una delicia que no es compartida por muchos de sus compañeros, quienes se han quejado constantemente de las faltas de este regidor y han sido tema de discusiones en el seno del cabildo paceño” (Semanario Zeta)
Nuevamente el Regidor Javier Martínez ignoró a sus correligionarios y se fue por la puerta equivocada, al rebuznar a la falacia de su jefa Esthela Ponce, de simular que las arcas del Ayuntamiento de La Paz están en crisis y por ello no puede cumplir sus promesas ni sus compromisos, mientras que el inquieto muchacho con recursos del pueblo –porque dice que fue de su sueldo- se fue a la hermana Republica de Cuba valiéndole madre la delgada línea de credibilidad que el Cabildo tenía con los funcionarios que “si trabajan” y que no se les ha podido completar su sueldo so pretexto de que la nomina se afecto por la falta de recursos y la política de austeridad que el sobrino de Adela gusta evocar al son de los aires etílicos y la francachela goyotera.
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