Por Víctor Octavio García
Sólo rumor
- Renuncia y cambios
- Hampones en libertad
La opinión pública opera a través del rumor lo que normalmente quisiera que ocurriera aunque rara vez opera la lógica política o el sentido común en la contraparte. El pasado fin de semana se propagó fuerte la “especie” sobre la renuncia del Procurador de Justicia, pero fue solo un rumor, un deseo (generalizado) insatisfecho.
O al menos hasta ayer el Procurador de Justicia seguía fungiendo como tal no obstante que en las redes sociales daban como un hecho su renuncia y sustitución por Álvaro de La Peña, actual Secretario de Seguridad Pública. La supuesta y esperada renuncia de Gamill Arreola ante la sarta de desaciertos y errores que ha cometido como procurador no es un asunto ordinario (renuncia) que el gobernador vaya a operar solo porque la “opinión pública” lo sugiera, no. Su renuncia tendrá que partir y analizarse desde dos enfoques contradictorios y contrapuestos; su ineptitud manifiesta por un lado y por el otro, su docilidad para hacer trabajo sucio.
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