Por Víctor Octavio García
El sistema “Gamill”
- Arraigan o tiran la bolita
- Procuraduría entre dicho
Se ha hecho común –por no decir que práctica recurrente– cuando la Procuraduría General de Justicia en el Estado no le quiere “atorar” a algún caso, simplemente tiran la bolita o arraigan al inculpado. Y se ha vuelto tan común que en los pasillos de la propia Procuraduría de Justicia y entre los litigantes se le conoce con el quisquilloso mote del “sistema Gamill”.
Y de esto ya nos hemos referido en este espacio. El 23 de enero de este año, ABCdario consignó: “Si se analiza –en retrospectiva– que el actual Procurador ha recurrido al arraigo cuantas veces le ha venido en gana, sobre todo en delitos de los llamados de “alto impacto” y si se cotejan con los resultados que han arrojado dichas medidas cautelares, se verá que existe una enorme diferencia. Primero, porque las acusaciones endilgadas por el Procuraduría –llámese Ministerio Público– a los presuntos delincuentes todas o casi todas se han caído por inconsistencias y los incriminados han obtenido su libertad y segundo, porque más allá de coadyuvar en la investigación e integración de la averiguación previa se ha convertido en una salida de escape, en una auténtica promotora de impunidad”.
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