Por Víctor Octavio García
¡Muera la prensa!
A la par con el nacimiento del oficio más antiguo del mundo (prostitución) que se supo de su existencia gracias a que hubo un periodista que lo contó, aparecieron al mismo tiempo el adulterio como delito –que hoy no lo es– y la primera división social del trabajo a través de quien dio a conocer del hecho; el reportero de policíaca, datos que ignoran los “duros” y radicales de Morena como la senadora Lucía Trasviña y Gastón Castanier; desde entonces maldecir con la muerte a la prensa ha sido un proclama y una constante entre dictadores, tiranos, asesinos, usurpadores, genocidas, violadores, corruptos y todos aquellos que suelen hacer cosas indebidas.
