Por Víctor Octavio García
Partidos políticos
- Sin identidad
- Sin proyectos
Después de la turbulencia electoral la sociedad quedó harta del “cochinero” que se vio a plena luz en los partidos políticos –sin excepción–; las patadas y zancadillas estuvieron a la orden del día: Sin duda, la lucha por el poder al interior de los partidos mostraría –como dicen los clásicos– el inicio de la construcción del triunfo o de la derrota. Ahora habrá que recordar como estaban los tres principales partidos en mayo de 2010: En el PRD se gestaba su propia división y prácticamente su destrucción –siguiendo la vieja tesis marxista que incubaban el virus de su propia destrucción– desde que los sabios que encabezaban a las mini-tribus locales “decidieron” utilizar dos métodos de selección al mismo tiempo; las encuestas y después, en caso de ser necesario, la Consulta. Lo que resultó, que quien estaba adelante en las encuestas en automático descalificó la consulta “arropada y teledirigida” desde Palacio (gobierno) por Narciso Agúndez en favor de su preferido con los resultados ampliamente conocidos.