Martín el Chapulín
Antonio Ceja
Ante la cercanía del proceso electoral para elegir a los representantes de los dos distritos para Baja California Sur, el PRI se encuentra preparando su plataforma política que le permitan llegar a dicho proceso en un ambiente de unidad. Lo anterior, está siendo perfectamente planeado por Ricardo Barroso, delegado del tricolor en el estado, quien al interior de su partido está haciendo las cosas de manera eficiente sosteniendo reuniones de trabajo, de apaciguamiento y cordura ante los acontecimientos electorales venideros.
Sin embargo, un nubarrón se cierne sobre el trabajo de los verdaderos priístas que puede sembrar el descontento entre las diferentes corrientes del PRI. Martín Inzunza Tamayo ha llegado a convencer a propios y extraños –priístas todos- de una aparente conciliación luego de su paso por el partido Convergencia, donde fue candidato a gobernador y que, a la víspera de la elección, renunció para “apoyar” al PRI de sus amores. Para los verdaderos priístas, la llegada-otra vez- de Inzunza al partido, no resultó muy agradable; incluso, varios miembros destacados del partido lo veían con desconfianza.
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