Juan Piedrola Schott
Caras largas en el bunker oficial, rendidos por el estigma publicitario, “esto ni empieza”, fundamentado en la farsa. Pues al colocar la primera calca amarilla “esto había empezado” de manera por demás ventajosa.
Un principio ético en la vida es hablar siempre con la verdad. Porque la mentira se revierte de manera fatal, para quien la utiliza como herramienta.
¡La danza de los millones en publicidad, no resulto!
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