Por Víctor Octavio García
Cabildeos dispersos
- Sin efectos
- Sin resultados
No fue un huracán, sequía u otro fenómeno natural sino las heladas de los últimos días, lo que provocó que la oficiosa clase política local –del PAN y del PRI– nuevamente se metieran en la dinámica de un loco cabildeo sin efectos ni mayores resultados. Peor, cuando el FIRA dio a conocer que el problema de las heladas en campos agrícolas en el estado es mínimo y que no es para tanto.
Sin embargo, el triste espectáculo de ver a nuestra clase gobernante moviéndose como auténticos insectos sin antenas, pidiendo aquí y pidiendo acullá, que los municipios de Comondú y Mulegé sean declarados zonas de emergencia, refleja el nivel de enanismo y celos políticos entre unos y otros, incapaces de armar un frente común para plantear en otras perspectivas y en la misma dirección el mismo problema. Una simple declaración del representante de FIRA en el estado –ver el Sudcaliforniano de ayer– dejo propiamente sin efecto tanto escándalo –y declaraciones mediáticas–. De acuerdo a la nota signada por Elías Medina, “personal de los Fideicomisos Instituidos en Relación a la Agricultura del Banco de México, arrojó que los daños en las siembras habilitadas con financiamientos son mínimos, ya que la mayor parte de los que se dañaron -sobre todo maíces- estaban sembrados fuera de la fecha de siembra autorizada por la Sagarpa, según información proporcionada por la propia Secretaría”.
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