Por Víctor Octavio García
¡Adiós don Luis!
A finales de 1981 –no recuerdo bien a bien sí fue en noviembre o diciembre– cuando traté por vez primera a don Luis Bulnes. Recuerdo que ese día –tarde– me recibió en las instalaciones del viejo Sol Mar (ahora es otro). Ahí se encontraba doña Conchita Malo de Bulnes, su esposa, quien acababa de componer una preciosa canción (yo diría que un himno) a Cabo San Lucas, “Paraíso de los pescadores”. Sobre el piano, la nativa de San Miguel Allende, Guanajuato, entonó su canción para deleite de don Luís y un servidor, que escuchamos con especial atención degustando un vino tinto originario de los viñedos asturianos.