Ejido La Purísima
MAS QUE UNA ELECCION, SEJUEGAN SU FUTURO O SU EPITAFIO.
- De sus 421 socios, la mitad no son ejidatarios.
Sus principales riquezas ya no les pertenecen.
Luis Cano, el gran ganador, casi lo tiene todo.
Mario Santiago
Este mes de marzo habrá de escribirse un nuevo episodio en la vida ejidal de La Purísima, cuando se encierren en su campirana casa para elegir la nueva mesa directiva que regirá su destino por un periodo de tres años (2013-2015) que pueden ser los adecuados o bien, una nueva palada de tierra a sus cada vez más lejanas posibilidades de un verdadero desarrollo.
De acuerdo al padrón que existe en el Registro Agrario Nacional, Delegación Federal de Baja California Sur, son 421 socios, pero ya en la realidad son mucho menos, pues más de 70 son desconocidos ya que nunca se han presentado en alguna asamblea, otros que protestaron como ejidatarios y nunca regresaron o hay también los que cedieron su derecho a un familiar o vendieron definitivamente sus tierras y siguen apareciendo en la lista oficial, como por ejemplo, el caso de Alfonso Benito Ceseña que cedió el derecho que le correspondia, a su nieto Francisco Javier Bareño Ramírez; igualmente el caso de los hermanos García Meza, Alicia, Efraín, Genaro, Gracia, Ismael, Jaime, Jesús y Rafael que también vendieron y siguen apareciendo en la lista, lo que da a entender que existen numerosas irregularidades que podrían llegar a configurar un fraude, pues serían susceptibles de una nueva y retorcida dotación. Con esto se demuestra que no son todos los que están ni están todos los que son, por la sencilla razón de que se trata de un padrón con mas curvas que la cuesta de Ligüí. Pero aún con todo esto, nunca se ha realizado ninguna depuración
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