El origen de este problema, es en gran medida la alta demanda de terrenos ocasionada por el desarrollo acelerado en la parte sur del estado, lo cual ha contribuido a que personas que llegan de otras latitudes se ubiquen en las zonas federales y cauces de los arroyos, ocasionando con ello afectación a las zonas de escurrimiento y poniendo en riesgo la integridad física de las familias y su patrimonio.
Cabe aclarar que se observa la actividad de personas que fomentan este tipo de invasiones usando como pretexto la necesidad de la gente y utilizándola como bandera política.
Acciones para resolver el problema
Actualmente en la CONAGUA se ha trabajado con especial interés en la delimitación y publicación de las declaratorias de propiedad nacional de las principales corrientes; así mismo se han realizado visitas de campo a efecto de levantar información relativa a las zonas invadidas, realizando en coordinación con Protección Civil Estatal los censos correspondientes.
Cabe destacar que año con año, se han enviado diversos oficios y comunicados a las autoridades municipales a efecto de que se le ponga especial atención a este tipo de fenómenos y se abstengan de proporcionar los servicios básicos municipales a estas áreas (tales como servicios de aguas potable y alcantarillado y tendido de redes para suministro de energía eléctrica, entre otros) y se promueva su reubicación o desalojo.
De igual forma se han presentado denuncias ante el Ministerio Público Federal, para que en el ámbito de actuación apoye con los correspondientes desalojos.
Es de reconocerse que esta problemática es compleja y se ha politizado, rebasando la capacidad de respuesta de las propias autoridades municipales y estatales, que deben considerar el establecimiento de zonas de reserva habitacional.
Por su parte la Dirección Local Baja California Sur de la CONAGUA, ha llevado a cabo la contratación de empresas con experiencia en el ámbito de la hidrología, delimitaciones federales de cauces y zonas de inundación, esto con la finalidad de llevar a cabo los estudios de los arroyos: San José, El Zacatal, El Saltito, Salto Seco y San Lucas en el municipio de Los Cabos; San Bartolo, La Barrosa y La Reforma en el municipio de La Paz.
El objetivo principal de estos trabajos es, poder establecer los aspectos técnicos y administrativos para el proyecto de delimitación de la zona federal de los mencionados arroyos.
Las negligencias de la Comisión Nacional del Agua, ponen en serio riesgo a familias en las principales ciudades del municipio de Los Cabos.
El 10 por ciento del total de la población de Cabo San Lucas y San José del Cabo, vive en los cauces de los arroyos federales, donde fueron instaladas por líderes sin escrúpulos del Partido de la Revolución Democrática.
A lo largo de 10 años, alrededor de 20 mil personas, en su mayoría integrantes de familias humildes se han asentado en ramales y cauces de los principales arroyos que atraviesan los núcleos urbanos. En Cabo San Lucas el peligroso arroyo de Salto Seco y en San José del Cabo los arroyos del vado Santa Rosa y el arroyo de El Zacatal.
Lo preocupante de todo esto, es que la Comisión Nacional del Agua por omisiones o bien, por negligencia no se ha aplicado en el asunto que se torna peligroso debido a que los cambios climáticos vienen provocando lluvias inusuales en todo el territorio nacional, recordemos los casos de Veracruz, Tabasco y el mismo Distrito Federal en este 2009.
EL ARROYO EL ZACATAL
En Los Cabos hemos vivido tragedias, como la provocada por la tromba de noviembre de 1993, cuando el cauce del arroyo El Zacatal arrasó con la unidad habitacional de Infonavit, con un saldo de víctimas fatales que nunca se determinó.
Si revisamos este lugar, a menos de 20 años de esa tragedia, lo vemos de nueva cuenta lleno de edificios de cemento, que representan un peligroso tapón que pone en riesgo la vida de familias inocentes.
Este nuevo tapón de edificios de cemento está en el cauce del arroyo federal y en la invasión de esta zona, también participó la delegación de la Comisión Reguladora de la Tenencia de la Tierra (CORETT) que escrituró terrenos en el sitio.
Si ocurre de nueva cuenta una tragedia… ¿quién será el responsable?
María Hermelinda Vargas Espino
Presidenta de la Asociación de Colonos, Ejidatarios y Posesionarios de Baja California Sur, A.C.
Con desasosiego, he leído un correo electrónico, el cual me sorprende y apena profundamente debido a las declaraciones realizadas en un video editado mostrado en el, en el cual se hace mención de actos de vandalismo utilizando el helicóptero de Caborey.
Como se menciona el día 13 de noviembre, la empresa en la que laboro atendió a la solicitud de apoyo a la COMISION NACIONAL DEL AGUA (C.N.A.), para un reconocimiento de las áreas de los ríos secos en esta ciudad y de la planta desaladora, por lo que realice un descenso cerca de la playa el médano, para que pudieran obtener una imagen de la desembocadura del rio seco que se encuentra en esa playa a nivel del mar sin poner en riesgo la seguridad o la integridad de cualquiera de los presentes.
Como piloto y profesional, y de parte de todo el equipo de colaboradores de Caborey, es mi deber ofrecer a la sociedad de Los Cabos una disculpa si en algún momento alguno de los presentes en playa El Medano se sintió ofendido por nuestra presencia. Es mi deber como piloto siempre tener como prioridad la seguridad y la integridad de mis pasajeros y la mía, tanto como de las personas que se encuentren en tierra o cerca del área de la que me encuentro volando (agua).
Estoy en ese negocio solo desde hace 7 años y me respalda una empresa que ha estado en el mercado por más de 40 años. Me es increíble pensar que una sola persona que tiene el poder de la pluma dentro del área de prensa, puede acabar con la reputación de una empresa, con intereses desconocidos, ya que existen muchísimos otros temas con mayor relevancia para poder investigar en nuestra sociedad, que fijarse en una parte de la operación de una empresa que desde hace 40 años se caracteriza por su excelente calidad y servicio al turista.
El amarillismo que esta persona esta utilizando convierte este suceso en una narración agresiva, espectacular y tensionada, donde se juega con las reacciones más prístinas del lector y se olvida cualquier parámetro ético que controle el texto.
Este periodista no puede abusar de su acceso a la opinión pública para hacer acusaciones contra una persona o una entidad fundamentadas en un video de muy corta duración y de pobre calidad, poniendo en tela de juicio mi experiencia como piloto por mas de 7 años. Al contrario, se esta cometiendo “difamación” y “vilipendio”. Eso no es libertad de expresión ni de prensa, es abuso y violación de los principios del libre intercambio de ideas.
Es bien sabido que algunos miembros de la prensa ejercen una influencia importante en la ciudadanía. Por este motivo, personas como el Sr. Cuahutemoc Morgan deberían poner especial cuidado en la forma de titular o comentar las noticias, y no caer en la fácil tentación del amarillismo.
La evolución del amarillismo aplicado por esta persona viene en formato blog combinado con una cámara de video, haciendo mención que el mismo tiene pocas visitas y qué como medida desesperada ha comenzado a escribir sobre artículos morbosos para atraer lectores.
Reitero mi disculpa, esperando a la vez que la sociedad de Los Cabos tenga un poco de empatía hacia nuestra labor, ya que en ningún momento se atentó contra la seguridad de los presentes.
CAP. ALFREDO ZAMORANO
Gracias de antemano.
RESPUESTA DEL REPORTERO: No tengo nada que ver con ningún negocio turístico, ni intereses en el ramo. Mucho menos es mi intención perjudicar a una empresa en particular.
Sólo documenté lo que ví y apliqué el término “vandalismo” porque semánticamente es correcto para lo que presenciamos y reprobamos un numeroso grupo de personas y turistas que en esos momentos estábamos en esa playa y que observamos ese vuelo rasante y temerario del helicóptero de la empresa Cabo Rey.
VANDALISMO: Actitud o inclinación a destruir y a provocar escándalos sin consideración alguna hacia los demás.
He reconocido públicamente que soy un pésimo camarógrafo y la cámara utilizada es de bolsillo, equiparable a “telefonito” como mencionaron por ahí, sin embargo la filmación es inobjetable.
A pesar de que recibí quejas contra esa actitud del piloto de varias personas relacionadas al ramo del turismo, no es mi interés hacerlas públicas porque caería en el riesgo de abrir un canal a expresiones subjetivas.
Por lo tanto, para mí en lo personal, este es un caso cerrado, aunque tengo entendido que la Dirección General de Aeronáutica Civil ha abierto una investigación sobre el hecho denunciado y documentado.
Si he cometido difamación, estoy disponible a cualquier llamado de la autoridad. Pues al igual que el piloto, los que escribimos también estamos sujetos a la ley como todo ciudadano mexicano. Una noticia es un tema de interés general, por lo tanto niego estar “desesperado” por escribir de temas “morbosos” como aduce el piloto de la empresa.
De cualquier modo manifiesto que siempre he sido un profundo convencido de la libre empresa y la libre competencia. Admiro y respeto a los empresarios que en tiempos de crisis sostienen sus fuentes de empleo como lo hacen todos los relacionados al sector turístico.
Dejo extendida mi mano amiga, tanto para Cabo Rey, como para mis amigos empresarios turísticos.