Por Víctor Octavio García
¡Qué tiempos aquellos!
Desde siempre, los sudcalifornianos hemos enfrentado “chubascos” –antes así se le decía a los huracanes– y hemos salido avante en condiciones mucho más difíciles que la de ahora. Recuerdo en 1967, cuando cursaba el tercer año de primaria, un “chubasco” provocó que los arroyos se desbordaran anegando tierras de cultivo. Fue un mes de septiembre y el agua duró corriendo más de tres meses. Previo a los fines de semana –sábado y domingo– le “taloneábamos” duro tirando basura, acarreando agua, limpiando huertas, acarreando leña, cazando tuzas –donde sembraban camotes–, para ganarnos 20 centavos, un “tostón” o un peso que eran muy buenos para comprar panochas cubanas, galletas con betún y si bien nos iba un Titán o Orange (refrescos), entonces no había Sabritas ni Chamoy como hoy; juntábamos guayabas, naranjas y limas chichonas en las huertas y ¡fierro! pal arroyo, donde pasábamos todo el día hasta bien entrada noche.
Seguir leyendo «ABCdario»