Por Víctor Octavio García
¡Qué tiempos aquellos!
Leona cebada
Francisco, es un joven que apenas peina los veinticinco años de edad; de complexión delgada, alto y tez blanca, se decidió por la vieja tradición de sus padres de cuidar chivas; él las pastorea y está al pendiente que el rebaño llegue sin chivas o chivos perdidos al corral: Nadie mejor que él conoce las sierras que colindan con Toris, donde pastorean rebaños de chivas, y nadie como él conoce cada recoveco, “sestiadero” y pasadero de chivas en plena sierra.