Por Víctor Octavio García
¡Qué tiempos aquellos!
* José Amador, el “cuervo”, el huertero
Si volviera a vivir está vida viviría la misma vida; he hecho lo que me gusta hacer y lo disfruto por encima de las regañadas en casa y las reprimendas de mis cachorros, de mi “pequeño demonio” y Christian, que siempre me advierten de peligros y de pasos en falso; mi infancia trascurrió como la de cualquier chamaco de rancho, donde a falta de comodidades sobraba el ingenio y las travesuras.
