Por Víctor Octavio García
Insabi

Hablar del Insabi –Instituto de Salud para el bienestar– es hablar de un nonato, de una institución que sin nacer prematuramente fue extraída de su gestación por meras ocurrencias y caprichos; su neo nacimiento no solo ha provocado dolorosos entuertos en la población sino que ha tendido una gruesa cortina de incertidumbre ante la desaparición del Seguro Popular, que lejos de ser sustituido por un nuevo sistema de salud más eficaz y justo, ha agravado su agonía en medio de graves contradicciones.