Por: Armando León Lezama
Adán Enrique Ruffo Velarde, viene de un momento en la historia que fue parteaguas en la política estatal que practicaba exclusivamente en dominancia el PRI. Su candidatura con el PAN generó expectativas en un tiempo que el hartazgo de la ciudadanía por sus gobernantes dijo ¡basta!, y “esto ya no lo detiene nadie”, cumpliéndose el 7 de febrero de 1993, en la jornada de votación, la caída del PRI, que se rumoró, solamente alcanzó a rescatar la gubernatura vía negociaciones políticas de las cúpulas nacionales del PRIAN.
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