Erick Ivan: Grandeza de mira, llegar es lo difícil





Por: Armando León Lezama

Dedicado a Erik Iván Agúndez Cervantes, diputado local en el Congreso del Estado de Baja California Sur.

Lo conocí cuando trabajaba —hace años— en PROFECO, Procuraduría Federal del Consumidor, representación en el Estado de Baja California Sur.

Desde ese ayer no ha dejado de ser ímpetuoso, pleno de pasión juvenil, entusiasta y anhelante de superación.

¿Económica? Es diputado de septiembre de 2024 a septiembre de 2027.

¿Social? Se codea desde la base ciudadana hasta tomarse selfies con Claudia Sheinbaum Pardo, presidenta de los Estados Unidos Mexicanos.

Pasando por relacionarse con legisladores locales y federales —senadores y diputados—, así como con titulares de presidencias municipales de los cinco municipios de la entidad sudpeninsular, delegados federales y secretarios de Estado.

Por la parte de su partido —Verde Ecologista de México—, dialoga cara a cara con las dirigencias estatal y nacional. Se reúne con homólogos legislativos de varios estados de la República Mexicana para dar seguimiento a la agenda verde.

¿Perspectivas de permanecer en el pandero partidista-político? Al menos, vía Congreso y PVEM, hay cuerda hasta la gran parada electoral de junio de 2027, donde existe incertidumbre —desde el 1 de noviembre— por lo que ocurrirá en las votaciones constitucionales, que medirán fuerzas entre ciudadanía y quienes ostentan los poderes públicos y las municipalidades: el poder morenista en turno.

En el peor de los casos, el PVEM podría sobrevivir a una insurgencia electoral: debilitado, pero existente. Los leales seguirían.

Más en el optimismo de triunfo en las urnas, se espera que participe en el proceso estatal 2026-2027 y vuelva a “agarrar agua la nube” de la representación vía sufragio efectivo.

Sería el camino trillado desde los tiempos —por decir una fecha— posrevolucionarios, que dieron lugar a políticos, gobernantes y legisladores de paso.

Llegan, gozan las mieles del poder y desaparecen de reflectores, representaciones o defensa de asuntos de la vida pública.

Poco o nada se hace para entender si los líderes se hacen o nacen.

Se sigue el mismo camino.

De hecho, desde hace décadas ni se hacen ni sabemos si los nacidos están por aparecer.

Lo que sí se vive, del 1 de noviembre en adelante —con suspenso rumbo a las votaciones de junio de 2027—, es un encabronamiento social a la mexicana, dispuesto a cumplir el voto en contra de Morena y aliados, fuera de toda manipulación (aunque en todo el país y el extranjero hay ocasionados y oportunistas queriendo llevar agua a su molino, dizque pareciendo líderes cuando son agitadores a conveniencia).

La reflexión hace pensar que seguir el camino trillado, sin valorar la fortaleza del presente para abrir uno nuevo, impide que lo hecho perdure y germine como semilla hasta hacerse árbol.

El camino alterno a los desfiguros y costumbres de hacer cosas al aire, la foto, videos de vanidad, malgastando y malutilizando los tiempos de bonanza.

Entonces, que no sea un espejismo ser miembro distinguido —por una temporada— de un cargo electoral o un partido.

En el caso de Erik Iván Agúndez Cervantes, hoy entregado diputado local y, con ello, representante de más de 800 mil avecindados en la entidad sudcaliforniana, tiene todo para no ser golondrina que no haga verano; ¡sí!, un humano con los pies bien plantados en la realidad social, familiar e individual, dispuesto a no pasar una temporada de fama que se evapora.

Más bien, que sea un ciudadano que quede con buena raíz —no solo en el comienzo—.

Puede perdurar como personaje público creíble y respetable, participativo no en un boom personal; sí vinculado con los habitantes y, juntos, conocerse, organizarse, prepararse y delinear, desde las mesas del pueblo y reuniones con ciudadanía, prioridades, necesidades, propuestas y acciones de nuevo tipo que no sean más de lo mismo.

Los cambios que deben generar cultura social deben empezar de abajo hacia arriba para ordenar bien al país.

Pero más que males, urgen líderes auténticos; no para mandar, sino para encauzar anhelos y metas de mayorías y minorías.

No para ser iluminados, sino para escuchar, para que juntos, pueblo con pueblo, hagan nacer y construir la nueva mexicanidad sin las falsas poses de quienes ostentan cargos relevantes. Dicen discursos esperanzadores y, en los hechos, son simulados, intrascendentes, más de lo mismo, por más ganas que le echen.

Quede claro que, a mi parecer, las y los líderes nacen y se hacen.

Al momento es buen diputado y ejerce como buen y bien intencionado representante popular.

Lo que faltaría es ser uno con todos y para todos: ser obrero, desempleado, ama de casa, colono, empresario, comerciante, estudiante, indigente… mimetizarse y hacer suyo —y motivo de vida— todo lo que ahora esboza.

Mejorar la calidad de vida de humanos, animales y naturaleza; así como reducir las brechas sociales para democratizar espacios de convivencia y, en el terreno electoral —que es el camino de los cambios reales—, dar vigencia a la alternancia en el poder: Revocación de Mandato, Plebiscito, Referéndum, Afirmativa Ficta, Iniciativa Ciudadana…

Es decir, lograr auténticas armas jurídicas para que el pueblo vote y bote lo mejor y lo peor.

Usted tiene ganas de trascender: ¡lógrelo!


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