
2026, Y OMAR A. ZAVALA AGÚNDEZ
La democracia debe ejercerse; no hay silla apartada para nadie en candidaturas.
DEMONSTRARÁ FORTALEZA SOCIAL Y ESTÁ LISTO PARA DEBATES
Por: Armando León Lezama
El viento paceño, más allá de llevar desde hace meses el eco de voces precipitadas de mujeres y hombres que se sienten con capacidad de ser administradores del dinero de las y los paceños desde la silla del ayuntamiento del municipio de La Paz, capital del Estado de Baja California Sur, lleva desde el mes de diciembre el anuncio de que, en el año por venir, 2026, Omar Antonio Zavala Agúndez dará cuenta de su fortaleza social.
Se confirmará lo que desde hace tres años está en los apuntes de la ciudadanía participativa en asuntos electorales: “Zavala, presidente municipal”.
Quede claro que el abogado es un activo que ha puesto en su haber trabajo a favor del partido Morena, ya como coordinador, organizador y convocador de asistencias de público en eventos de corte político y comicial.
Basta recordar que, sin aspavientos, fue partícipe, tras telón, de lograr convocatoria en la reunión de cierre de campaña en el malecón paceño de la hoy presidenta de la República, Claudia Sheinbaum Pardo.
También hay que mencionar su capacidad de no quedar mal “donde lo pongan”.
Ya fue subsecretario de Gobierno al inicio del mandato de Víctor Castro Cosío, gobernador constitucional del Estado de Baja California Sur.
Actualmente continúa como secretario del Trabajo, Bienestar y Desarrollo Social.
No es tarea fácil si se toma en cuenta que son varias dependencias a su cargo, lo que demuestra que, de llegar a ser presidente municipal, lo haría con experiencia en manejo de personal y acciones institucionales; no es improvisado.
Ya fue diputado local y presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política del Poder Legislativo del Estado de Baja California Sur.
Por tanto, en la línea legislativa puede ser diputado federal; hay trayectoria para quedar bien en esa encomienda.
De hecho, será en el primer semestre del año 2026 cuando se conozca la lista de candidaturas, sea cual sea el método que aplique el partido Morena y aliados.
Porque no se trata solamente de la candidatura de Morena, sino de la alianza Juntos Hacemos Historia —PVEM, PT y los partidos locales que se sumen—.
Y lo caótico es que hay circunstancias adversas rumbo a las elecciones de junio de 2027.
Parte del electorado opositor pone a temblar desde la Presidencia de la República hasta las cúpulas de los partidos políticos mencionados, desde lo nacional hasta en cada uno de los 17 estados del país donde habrá sucesión de cargos vía sufragio efectivo de electores y electoras.
Por ello, deberán cimentar bien las candidaturas, sin dejar rescoldos que provoquen votos adversos entre las militancias de los inmersos en eso que llaman “cuarta transformación” y “segundo piso”.
Omar A. Zavala Agúndez sabe que va delante; como corredor todo terreno, sabe que no deberá dejarse alcanzar.
El político entiende que la democracia participativa debe ejercerse en los hechos y en su momento.
Es de suponerse: no hay sillas apartadas para nadie en el tema de candidaturas.
Quien garantice el triunfo, en escenario adverso, debe estar en las boletas constitucionales.
Zavala va.
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