La madrugada de este lunes, un fuerte accidente vehicular en el malecón de La Paz —frente a la cervecería “La México”— dejó al menos cuatro personas lesionadas y encendió nuevamente la discusión sobre la seguridad en esta transitada zona turística.

Ante el incidente, la presidenta municipal Milena Quiroga Romero anunció una serie de medidas preventivas, entre ellas, la colocación obligatoria de barras de protección frente a los establecimientos que operan sobre la banqueta, especialmente bares y restaurantes. “Va a ser un requisito obligatorio; de lo contrario, no podrán utilizar el malecón”, advirtió.

El Ayuntamiento, a través de la Dirección de Gestión Integral de la Ciudad, desarrollará un proyecto para definir el tipo de infraestructura más adecuada; sin embargo, los negocios deberán instalar barras de seguridad provisionales mientras se concreta el plan.

Además, la edil anunció que a partir del 15 de noviembre se reactivará un punto de control vehicular en las calles 16 de Septiembre y Álvaro Obregón, a cargo de Tránsito Municipal. Paralelamente, Protección Civil y la Dirección de Comercio iniciarán operativos de supervisión en los establecimientos para garantizar el cumplimiento de las normas de seguridad.

La alcaldesa lamentó los hechos, aunque destacó que “afortunadamente no hubo consecuencias mayores”, e insistió en que no se puede permanecer indiferente ante este tipo de accidentes.

Finalmente, informó que la Dirección de Seguridad Pública colabora con la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) para esclarecer el siniestro y determinar responsabilidades.

Reflexionemos
El accidente ocurrido en el corazón del malecón paceño deja al descubierto una vieja deuda en materia de prevención vial. Si bien las barras de seguridad pueden evitar tragedias mayores, el problema de fondo sigue siendo la conducción irresponsable bajo los efectos del alcohol. Las medidas anunciadas por el Ayuntamiento apuntan en la dirección correcta, pero deberán ir acompañadas de una política firme de cultura vial, sanciones efectivas y vigilancia constante, si realmente se quiere evitar que la noche y el alcohol sigan marcando el pulso de la tragedia en el malecón.

Mientras no se refuercen los controles sobre conductores en estado de ebriedad o bajo el influjo de drogas, las barreras físicas serán una forma inmediata de evitar tragedias y proteger a peatones y comensales.