La Paz (California) — El reciente caso de un niño de siete años que llevó una pistola a la Escuela Primaria Francisco González Bocanegra, en la ciudad de La Paz, volvió a encender la discusión sobre la posible aplicación del “Operativo Mochila” en los planteles educativos de Baja California Sur.

Al respecto, el director de Educación Básica de la Secretaría de Educación Pública (SEP), José María Hernández, señaló que se trata de una medida compleja que requiere un análisis cuidadoso, especialmente en su implementación operativa. Recordó que tanto la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) como la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) han emitido resoluciones que cuestionan su legalidad, señalando posibles violaciones a los derechos humanos.

El funcionario mencionó que actualmente en el Congreso del Estado se analiza una iniciativa sobre seguridad escolar, la cual incluye la reglamentación del operativo mochila. En ese contexto, consideró necesario desarrollar un esquema integral de corresponsabilidad que involucre a escuelas, autoridades y familias, con el propósito de garantizar entornos educativos seguros sin vulnerar derechos.

“Es un tema que debe abordarse de manera compartida. Las escuelas no pueden asumirlo de manera aislada; necesitamos trabajar juntos para asegurar espacios escolares seguros”, expresó Hernández.

En relación con los hechos ocurridos el martes 28 de octubre, el funcionario reconoció la actuación responsable del personal docente y directivo, quienes notificaron de inmediato al 911 y a la SEP tras detectar el arma dentro del plantel, sin afectar los derechos del menor involucrado.

Según el reporte psicológico, el alumno presenta conducta normal y un desarrollo acorde a su edad, sin antecedentes de indisciplina. El padre del menor informó que el arma no estaba en funcionamiento y era una reliquia familiar guardada en el hogar, aunque serán las autoridades competentes quienes determinen su situación legal.

Finalmente, Hernández subrayó que, aunque no existen antecedentes similares en Baja California Sur, el caso no debe minimizarse, pues refleja la importancia de reforzar la prevención y la cultura de seguridad dentro y fuera de las aulas.