Del Tintero


PAN SIN MIGAJA: DIRIGENCIA HUECA BLANQUIAZUL EN BCS

La nota del panismo es que no da nota.

Por: Armando León Lezama

Primera de tres partes

Desde su llegada al PAN para ocupar la dirigencia estatal de la mini militancia del partido blanquiazul en la entidad sudcaliforniana, tras una exitosa votación —más de 50 mil votos— en su participación como candidato a presidente del ayuntamiento del municipio de La Paz, capital del estado de Baja California Sur, la nota del panismo es que no hay nota.

De hecho, la voz de José Rigoberto Mares Aguilar es estilo monarca: solo él expone. Y lo que declara y contesta a la prensa no impacta. Su rosario de quejas es a toro pasado; es decir, hace comentarios, juicios y opiniones cuando el peligro o la oportunidad ya han pasado, volviéndose fácil hablar o predecir cuando no hay riesgo de equivocarse.

Su apariencia física de un Supermán contra el morenismo y aliados, y su manera talachera de ir al encuentro de la población, le permite, por un lado, generar expectativa electoral: se vota por el menos peor en eso de ir contra el partido en el gobierno —poder público—, aunque le arrebaten el triunfo a la mala.

En otra observancia, vive de la apariencia: es un PAN sin migaja. Hueco. La militancia es utilizada bajo el precepto de la democracia representativa, esa que da cargo con toma de protesta y ya puede hacer, deshacer, decir, opinar, declarar como voz solitaria, en aras de que representa a un universo de panistas que lo dejan ser.

De hecho, desde las dos anteriores presidencias del comité directivo estatal del PAN, tal parece están para ser oposición blanda y nada creativa, de buen impacto. Al contrario, se avanza como al servicio de un guion que no viene del mandato de la soberanía popular.

Lo irónico es que, mientras el hoy presidente de la militancia sudpeninsular trata de dar atole con el dedo a sus representados, la población no tiene otra opción al momento para encauzar su enojo por la vía electoral. Hasta el momento —octubre de 2025—, la gubernatura va para Francisco Pelayo Covarrubias. No será logro de quien lleva el membrete de presidente panista en el estado 30 de la República Mexicana.

Será entonces su asistencia cuasi invisible a la Ciudad de México, para ser uno del montón en el relanzamiento panista en todo el país mexicano, impulsado por la vitalidad razonada de Jorge Romero Herrera, quien al menos es un buen dínamo —hasta el momento— de una oposición que ya no está solo integrada por mochos; ahora son muchos, sobre todo en jornadas electorales, cuando una ciudadanía antimorenista se suma, no al panismo —incluso, a veces, ni a sus candidatos—; solo basta que no gane la desesperanza de los “Juntos Hacemos Historia”, como dudosos de su actuar tras el telón del ejercicio público institucional de los poderes de la República: Legislativo, Ejecutivo y Judicial.


Descubre más desde Colectivo Pericú

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

Deja un comentario