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PERSONAJE DE CONCORDIA EVITARÍA QUE MORENA PIERDA EN 2027

Por: Armando León Lezama

Al escuchar a Leonel Cota Montaño en su intervención ante la Cámara de Diputados, donde destacó reconocimientos a pescadores del país mexicano, observé que tiene el temple, formación, experiencia y deuda con páginas de la historia sudcaliforniana. Tras su irrupción triunfadora en la izquierda mexicana, se metió en el corazón, mente y esperanzas de una población sudcaliforniana harta del sistema de partido de Estado —el PRI—.

Ya fue gobernador, pero puede y sería un aspirante, un candidato que, de entrada, demolería dudas en la lucha por llegar al poder ejecutivo al interior de los partidos que integran “Juntos Hacemos Historia”. No tendría rival, ni aunque fuera mujer.

Lo valioso o importante de que Leonel Cota Montaño llegue a ser jefe del ejecutivo de su estado es que daría grandes pasos pendientes a favor de los habitantes y la geografía, con mirada de estadista. Ha mejorado en cordura, postura, conocimiento, relaciones públicas, y no ha perdido afectos, cariños y votos que no deben ir a saco roto, incluido su hijo Manuel.

Se trata de tener un personaje de peso completo que dé la batalla a favor de las y los sudcalifornianos, en un escenario donde es mejor que él —Leonel— esté al frente, porque no se trata de sentir las delicias del poder, sino de que el poder público sea la delicia de mayorías y minorías. Incluso, para poner por delante a las comunidades y pueblos históricos de la entidad: rancheros, comunidad rural, pescadores…

Aún tiene deuda con esos niños de la primaria —los más chiquitines— de la Venustiano Carranza Medina. Ellos, niños y niñas, creyeron en él. Bien se recuerda la mañana del 8 de febrero de 1999, a unas horas de la victoria popular, cuando Leonel salió electo gobernador. Iba a un encuentro con ciudadanía, militancia y prensa en una instalación del IMSS. Volteó al grito de la niñez: “¡Leonel, Leonel, visítanos!”, pegados al cerco de la escuela, con alegría, entusiasmo y muy politizados. Optó por hacer espacio en la agenda y entró a saludarlos. La infancia estaba contenta de saludarlo.

Entre el buen alboroto, un niño le entregó unas monedas al electo gobernador: “Para que te ayudes a gobernar”. El ejemplo cundió, y las manitas de niños y niñas entregaron no solo otras monedas, sino pequeños —enormes, por ser dados de corazón— obsequios: estampitas… Las manos de quien fuera gobernante de 1999 a 2005 —y que tuvo en los últimos días un encargado de despacho del ejecutivo estatal en la persona del profesor Lizárraga— salieron benditas con la nobleza de quienes, a la fecha, avanzan rumbo a los 40 años.

Fuera, desde su llegada a la calle José María Morelos y Pavón, entre Ignacio Ramírez y Altamirano, en la ciudad de La Paz, BCS, el tráfico vehicular se detuvo. Nadie protestó; había contento. Ahí andaba Leonel Cota Montaño. Aparte del ente humano, tiene ángel para eso de ser líder. Es hijo adoptivo de la naturaleza. Se acoplan.

Recuerdo intensas lluvias que hacían pensar en suspender eventos. Sin embargo, el güero de Santiago ¡no! Luego de la lluvia, con Leonel, el pueblo estaba de pie. Otro recuerdo —a propósito de la venida en sábado 27 de septiembre de 2025 de Claudia Sheinbaum Pardo, presidenta de los Estados Unidos Mexicanos, a La Paz— de que él es un acople natural con la población es llenar —butacas y espacio central— de miles de leonelistas con las banderas de la izquierda mexicana partidista en el Estadio Arturo C. Nahl.

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