
Bahía Tortugas (California) – La mañana de este sábado 30 de agosto la tranquilidad habitual de la comunidad pesquera se vio interrumpida por un ataque armado de gran magnitud en las instalaciones de la Unidad de Investigación del Ministerio Público.
Alrededor de las 9:00 horas, un ciudadano logró comunicarse con voz nerviosa a los números de emergencia para advertir: “fueron muchas detonaciones, más de ochenta, en las oficinas del Ministerio Público”. Debido a las limitaciones de comunicación en esta región aislada, la alerta tardó en replicarse, pero fue suficiente para activar el Código Rojo.
De inmediato se desplegaron corporaciones de seguridad de los tres niveles de gobierno: Policía Estatal, Agencia Estatal de Investigación Criminal (AEIC), la 3ª Zona Militar, el 49 Batallón de Infantería, así como cuerpos de seguridad de Vizcaíno y Santa Rosalía.
El ataque y sus consecuencias
El edificio del Ministerio Público fue blanco de una ráfaga de disparos, quedando decenas de casquillos esparcidos como evidencia de un ataque directo contra la autoridad. En el lugar perdió la vida el comandante Nabor Sánchez Camacho, integrante de la AEIC, reconocido por su trayectoria y compromiso en la labor de investigación criminal.
Su nombre y la noticia de su caída se difundieron rápidamente entre colegas y habitantes de la región, quienes lo recordaron como un hombre entregado al servicio público.
Condena y reacción oficial
Horas después, la Mesa de Seguridad en Baja California Sur emitió un comunicado en el que condenó enérgicamente la agresión, aseguró que “estos actos de violencia no quedarán impunes” y expresó sus condolencias a la familia, amigos y compañeros del comandante Sánchez Camacho.
Asimismo, se informó del despliegue de operativos inmediatos para dar con los responsables que lograron escapar, además del refuerzo de la presencia militar y policial en la zona.
El boletín oficial destacó que la Mesa de Seguridad está integrada por la Sedena, Semar, Guardia Nacional, FGR, PGJE, Secretaría de Seguridad Pública Estatal y policías municipales, quienes reiteraron su compromiso de trabajar de manera coordinada y permanente para garantizar la paz de los sudcalifornianos.
Una comunidad golpeada
En Bahía Tortugas, una población marcada por la calma del mar y la vida pesquera, la noticia corrió de boca en boca. El eco de los disparos y la muerte del comandante dejaron una sensación de vulnerabilidad inédita en este rincón del Pacífico.
El 30 de agosto quedará registrado como la fecha en que más de 80 balas rompieron la rutina de una comunidad acostumbrada a la tranquilidad y que ahora enfrenta el recuerdo doloroso de un ataque directo contra la justicia y la seguridad pública.
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