En Corto


LA NOTICIA DE HOY VIERNES 22 DE AGOSTO ES: ELIMINAR LAS DIPUTACIONES PLURINOMINALES

Por Carlos Manuel González Muñoz

Las diputaciones plurinominales deben desaparecer porque al paso del tiempo se han convertido en botín de las dirigencias partidistas, en una fuente de corrupción y simulación que ha dejado de cumplir con el objetivo que las justificó: Proteger el derecho de las minorías políticas a contar con representación en las cámaras de diputados, senadores y congresos locales.

A casi 50 años de su creación las diputaciones plurinominales se han convertido en un espacio reservado para las dirigencias partidistas, un sitio en donde ni siquiera las y los militantes de base de los propios partidos intervienen, quedando en manos de estas burocracias la facultad exclusiva de decidir candidaturas, disponer de recursos humanos y financieros, etcétera.

A diferencia de cuando fueron creadas, las diputaciones plurinominales son ahora un obstáculo para la democratización de la vida pública del país porque han dejado de representar al pueblo, y entre sus primeras víctimas están los propios militantes y simpatizantes de los partidos políticos.

Es un hecho evidente que estos legisladores “nylon” le deben su cargo a los dirigentes y burocracias partidistas, no al voto popular, por eso las y los diputados plurinominales responden a los intereses personales y de grupo de sus patrocinadores.

Lejos de afectar a la democracia su desaparición debe formar parte obligada del debate para la reforma electoral propuesta por la Presidenta de la República.

¿Qué sistema electoral necesitamos entonces? Aquel donde el voto de la ciudadanía sea la única vía para conformar al Poder Legislativo: Legisladores de territorio y nunca más de escritorio.

En mi opinión el voto depositado en las urnas debe ser la única fuente a considerar para la contabilidad y conformación de la representación popular. Todas y todos los candidatos que participen en una elección deberán realizar campaña y recorrer el territorio para obtener el voto popular.

El criterio para la integración y el reparto de las diputaciones y senadurías, sería a partir exclusivamente del total de votos obtenido en las urnas por cada partido, eliminando las representaciones plurinominales, reservadas en realidad a las dirigencias partidistas.

Veamos un ejemplo reciente que muestra la caducidad de la legislación electoral vigente, a partir de analizar y comparar los sufragios que recibieron los partidos Movimiento Ciudadano y Partido del Trabajo en el pasado proceso electoral de 2024.

Para la elección de legisladoras y legisladores federales, MC sumó un total de 6 millones 497 mil 404 votos, mientras que el PT obtuvo un total de 3 millones 254 mil 718 votos.

Sin embargo con base en la Ley electoral actual, al Partido del Trabajo le otorgaron finalmente un total de 47 curules en la Cámara de Diputados, mientras que Movimiento Ciudadano solamente obtuvo 27 asientos, a pesar de haber recibido Movimiento Ciudadano el doble de sufragios que el PT, una cantidad menor de curules que no refleja el peso político específico de este partido, un resultado final que distorsiona el voto popular porque ignora la cantidad de votos realmente depositado en las urnas a favor de Movimiento Ciudadano.

Veamos otro ejemplo que exhibe la necesidad de reformar la actual legislación electoral al comparar el número de curules que finalmente obtuvieron el PAN y el PVEM.

A pesar de que el PAN obtuvo en 2024 un total de 10 millones 49 mil 375 votos en la elección para diputadas y diputados federales, y el PVEM acumular un total de 4 millones 993 mil 988 sufragios, la mitad de los que recibió el PAN, finalmente el PVEM obtuvo 77 asientos, mientras que Acción Nacional, a pesar de ser la segunda fuerza política a nivel nacional, sólo alcanzó un total de 72 curules, una aberración. ¿Qué sucede?

La causa es una legislación electoral obsoleta que no refleja con fidelidad el sentir del voto popular y que traiciona el mandato de la ciudadanía expresado en las urnas.

La democracia en México está hoy a discusión y la reforma electoral anunciada por la Presidenta Claudia Sheinbaum debe atender los reclamos del pueblo.

Entre estos reclamos populares destaca desde hace tiempo la eliminación de las diputaciones plurinominales y por eso estamos seguros que sus días están contados.

No hay vuelta de hoja.


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