LA NOTICIA DE HOY MIÉRCOLES 13 DE AGOSTO ES LA DOBLE MORAL DE DONALD TRUMP

Por Carlos Manuel González Muñoz

Las presiones y chantajes de todo tipo que utiliza el gobierno de EU para doblegar al gobierno progresista que encabeza Claudia Sheinbaum Pardo, no terminan. Al contrario, se incrementan día a día.

Dirigiéndose al resto del mundo desde su trono, el aprendiz de emperador Donald Trump ahora acusa a México de “vulnerar las libertades civiles, tasas extremadamente bajas de enjuiciamiento a criminales y de tratos inhumanos en centros de detención del gobierno”.

En el Informe Anual sobre Derechos Humanos que Marco Rubio, su Secretario de Estado, presentó al Congreso de aquél país el día de ayer martes 12 de agosto, se le acusa al gobierno de nuestro país de cometer “asesinatos, desapariciones, tortura, tratamiento cruel y castigos inhumanos y degradantes”.

El informe del Departamento de Estado norteamericano afirma que en México la violación de los derechos humanos incluyen “el arresto y la detención arbitraria de personas, restricciones sobre la libertad de expresión y libertad de medios, incluyendo violencia contra periodistas”.

Y remata el informe advirtiendo que “el gobierno mexicano ha fracasado en investigar y enjuiciar a los criminales”.

¿No se trata acaso de un ejemplo claro de intervención del gobierno de los EU en asuntos internos de México? ¿Y que sólo compete resolver a las y los mexicanos?

Además, ¿Con qué autoridad moral se atreve el gobierno de EU a calificar el comportamiento y conducción de otros gobiernos? ¿Son ellos acaso un buen ejemplo a seguir?

Estados Unidos solamente ve la paja en el ojo ajeno pero ignora la viga que tiene en el propio.

Surgen infinidad de interrogantes sobre este informe, comenzando por su grado de confiabilidad, porque ¿Quién le otorgó a EU la facultad de expedir cartas de buena conducta sobre gobiernos de países extranjeros? ¿La ONU? ¿La Corte Internacional de Justicia? ¿El gobierno mexicano?

Nadie. Fue el Congreso de aquél país quien decidió unilateralmente atribuirse dicha facultad, erigirse en un falso redentor de la humanidad, defensor universal de la libertad y la democracia, actuando en los hechos como un vulgar delincuente que ha invadido países, desestabilizado economías y derrocado gobiernos en los cinco continentes.

México, su vecino del sur, no ha sido ni es la excepción.

Cómo se atreve Trump a acusar al gobierno de la Presidenta de México de vulnerar los derechos civiles, cuando es él quien los viene vulnerado a diario y a la vista de miles de espectadores, quienes han podido observar en vivo y en directo cómo en Los Ángeles y en Chicago, entre otras ciudades, a Trump no le tembló la mano para violar las propias leyes de su país, acabar de tajo con las libertades civiles y enviar militares y marines para arrestar sin el debido proceso a miles de trabajadores indocumentados, violentar sus derechos civiles, separarlos de sus familias y enviarlos a prisiones ubicadas a cientos de kilómetros, en medio de pantanos y rodeados de cocodrilos, hacinados.

¿Quién es el verdadero violador de las libertades? ¿Quién comete los tratos más inhumanos y degradantes en centros de detención?

Es contradictorio que el Departamento de Estado de EU acuse a nuestro gobierno de “bajas tasas de enjuiciamiento a criminales”, cuando México está llevando a cabo una batalla exitosa en el campo de la estrategia de seguridad pública, y como prueba ese mismo día martes nuestro país extraditó a 24 presos solicitados por EU. ¿A cuántos criminales ligados a las redes internacionales del narcotráfico ha detenido y enjuiciado Donald Trump? ¡A ninguno! ¿Acaso allá no existen bandas? ¿Cuántas armas y municiones les han confiscado la DEA, el FBI y demás agencias de espionaje? Ninguna, Sólo voltean a ver hacia el sur, a sus vecinos.

Respecto a la libertad de expresión en nuestro país ¿Cuando ha visto usted que en la conferencia Mañanera de la Presidenta se expulse a algún reportero incómodo? A ninguno, al contrario, existe una libertad de expresión total que incluye permitir la transmisión y difusión de infundios, mentiras, falsas acusaciones y campañas de odio.

En las conferencias de prensa de Donald Trump, en cambio, se ha convertido costumbre la expulsión de periodistas y medios de comunicación censurados, como es el caso de la cadena estadounidense CNN.

Pero la represión a la libertad de expresión incluye no solamente a periodistas y medios de comunicación, sino también a senadores, concejales y miembros de la clase política opositora a Trump, quienes han sido violentados por expresar sus opiniones contrarias al mandatario estadounidense.

Comentario aparte merecen las afirmaciones acerca de que el gobierno de México comete “asesinatos, desapariciones y tortura”, porque se trata de una aseveración muy grave que EU presenta sin sustento alguno pero cuyo propósito es sembrar en la opinión pública la sospecha de que en México existe un gobierno represor, autoritario, blando con los criminales y en donde predominan la corrupción y la impunidad.

Sólo faltó que Trump acuse a México de estar matando de hambre a sus niños y niñas, cuando la humanidad sabe que son él y su socio el genocida israelita Benjamin Netanyahu, los principales responsables de la muerte por inanición hasta el día de hoy de casi una centena de infantes palestinos, condenados por Trump y el sionismo a una muerte lenta, a una agonía y sufrimiento interminables.

¡Y se atreven a hablar de derechos humanos!

No cabe duda que la hipocresía es la moral de la derecha.