Del Tintero


HOMERO, NO GOBERNADOR; VA POR DOCE AÑOS DE SENADOR.

  • A siete meses, va ascendente en su presencia en el senado de Los Estados Unidos Mexicanos, Homero Davis Castro.

Por: Armando León Lezama

El político y legislador mexicano ha entendido que en su carácter de senador, no puede dedicarse a «regalar tomates» en persona.

No fue contratado por el senado, ni votado por las y los electores, para quitar la honorable actividad al equipo de acompañamiento si se quiere regalar de buen corazón, sin exhibicionismos ramplones que obligan dejar fotos, selfies y publicaciones en redes sociales.

Va ejerciéndo, adoptando actitud de senador portavoz de millones de habitantes mexicanos y mexicanas, dentro y fuera del país.

És, como lo son los y las senadurías de la cámara alta del poder legislativo mecicano, personajes de mirada, pisada y representativa, internacionalista.

Da contento que medios de reconocimiento social y penetración internacional, le den espacio para entrevista: Protección de.niñas, niños y adolescentes, frente al turismo sexual infantil.

Así como para que exponga otros temas torales de la sociedad mexicana y la nuestra, la Sudcaliforniana.

De septiembre del año gregoriano 2024 a la fecha – abril del año 2025 -, va ascendente su presencia en el senado de Los Estados Unidos Mexicanos.

No busque ser gobernador.

Preparese para serlo si las circunstancias de la vida política choyera y azteca lo requieren.

Lo valioso.

Lo trascendente será que en su mente lleve el objetivo de senador por 12 años.

De hecho escribe en du muro – facebook – : Respeto, justicia y dignidad, lo aprendido por el benemérito de las Américas, Don Benito Juárez García.

En reflexión al rememorado aniversario anual de su natalicio el 21 de marzo.

Bueno es, entonces, que el loretano, Sudcaliforniano, esté intenso en su quehacer legislativo, estableciéndo relaciones institucionales, políticas, empresariales, académicas, en Estados del pacto federal, en el centro del país y hasta en la comunidad internacional, que le den suficiente experiencia para no ser del montón o de paso.

Por el contrario, ser genio y figura más allá de un sexenio o de dos.

No ser personaje de arena o membrete; sí uno preparado para no caminar entre nubes, envolverse en burbújas y estar a la altura de lo que és un senador mexicano, corresponsable de su tiempo y su misión legislativa, política e histórica.

Un político que no ocupe de membrete para creerse grande.

Mejor, un gran personaje de nombre propio: Homero Davis Castro que se construya trascendente.


Descubre más desde Colectivo Pericú

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

Deja un comentario