San José del Cabo (California).- El Sindicato Único de Personal Docente y Administrativo del ITES Los Cabos (SUPDAITES) continúa en paro de labores ante la falta de avances significativos en su pliego petitorio, que incluye un incremento salarial del 60% para mejorar las condiciones de los trabajadores. Este miércoles, los sindicalizados tomaron las calles en una marcha que partió desde la Glorieta Fonatur hacia el centro de San José del Cabo, portando pancartas y coreando consignas de inconformidad.

Los manifestantes criticaron duramente al secretario general de gobierno, Saúl González, a quien acusan de no resolver sus demandas. “Siempre nos mandan al secretario Saúl González, pero no arregla nada”, expresaron los trabajadores durante la movilización.

Pedro Alberto González Guardado, secretario general del SUPDAITES, explicó que el objetivo de las protestas es lograr un acercamiento directo con el gobernador de Baja California Sur, Víctor Manuel Castro Cosío, sin intermediarios. “No queremos abordar estos temas en fiestas o convivios. Queremos que el gobernador nos atienda de manera personal y escuche nuestras demandas. Los intermediarios no han dado resultados satisfactorios para la base trabajadora”, señaló.

El sindicato rechazó la oferta inicial del gobierno estatal de un aumento salarial del 7%, calificándola como insuficiente para mejorar las condiciones laborales y garantizar una educación de calidad. “Somos más de 100 trabajadores sindicalizados, y este incremento no es suficiente para mejorar nuestra vida. Nos extraña que el gobierno no priorice la educación, sabiendo que es fundamental para el desarrollo del estado”, agregó González Guardado.

Por su parte, el gobernador Castro Cosío reconoció las dificultades financieras que enfrenta el estado, lo que ha limitado su capacidad para atender las demandas del sindicato. Sin embargo, los trabajadores insisten en que la falta de acuerdos afecta no solo su bienestar, sino también la calidad educativa que ofrecen.

La movilización del SUPDAITES refleja la frustración de un sector que exige ser escuchado y atendido de manera directa, sin más dilaciones ni promesas incumplidas. Mientras tanto, el paro de labores continúa, y los sindicalizados advierten que no cejarán en su lucha hasta lograr un acuerdo justo y digno.