Por Juan Carlos Mendez

El Retorno del Rey: Una Farsa en el Paraíso del Tráfico de Influencias

En una jugada digna de guionistas de telenovelas, Rigoberto Mares ha retomado la presidencia del Partido Acción Nacional en Baja California Sur, dejando a su paso una estela de indignación y renuncias, la más notable siendo la de Bety Rocha, una militante con más de 40 años de historia partidaria.

Mister Rigoberto: De Michoacán con Amor
La historia de Rigoberto como líder del PAN local es tan auténtica como una telenovela de mediodía. A pesar de no haber nacido ni crecido en Baja California Sur, su ascenso meteórico al poder parece diseñado más por una clase política rancia que por un genuino apoyo popular. Tras su llegada como funcionario federal recomendado, no dejó piedra sobre piedra en su camino para encaramarse al trono del partido.

El Arte de Comprar Lealtades
El nuevo presidente del PAN, que ya una vez llevó al partido al abismo electoral, ha sabido demostrar su habilidad para eludir la integridad política en favor de las tácticas mafiosas modernas: compra de votos y coacción son solo algunos de los términos que rodean su reciente imposición. El sabor del poder es, al parecer, más delicioso cuando se alinea con tales prácticas, dejando de lado cualquier preocupación por la verdadera representación o la legitimidad de su liderazgo.

Una Salida Anunciada: Bety Rocha Dice Adiós
La renuncia de Bety Rocha, una figura emblemática del partido, es un reflejo del estado interno del PAN. Cansada de las imposiciones y la ilegitimidad, Rocha ha decidido no seguir siendo parte del espectáculo de marionetas donde las cuerdas las maneja un grupo que ha perpetuado su control por más de una década.

Es una pena la renuncia de una mujer que fue activista aguerrida y congruente cuando ser militante del PAN era sinónimo de locura y a la postre ser perseguida por el régimen, pero no obstante Bety sembró muchas semillas en los sudcalifornianos a quiénes representó en dos ocasiones en el Congreso del Estado como diputada y además fue presidente del PAN en La Paz, donde por cierto el partido su creció y multiplicó su padrón de militantes qué hoy se quedan sin una luz que los guió con valentía y determinación.

El Sueño de la Plurinominal Continua
Este movimiento por parte de Mares no es sólo una expresión más de su insaciable ambición por el poder; es, en última instancia, una pieza en el juego para asegurarse un futuro como diputado federal plurinominal en 2027, como ya lo hizo en 2018 y parece que le gustó muchísimo. Porque, después de todo, ¿quién necesita el respaldo del pueblo cuando se puede manipular el sistema para asegurarse un asiento en las grandes ligas del poder político?

Con este retorno al liderato del PAN en la región, Rigoberto Mares ha demostrado ser un estudiante adelantado en el arte de hacer política a la vieja usanza. Queda por ver cómo esta nueva novela política se desarrolla, pero una cosa es segura: el olor a rancio es cada vez más penetrante.