
XÓCHITL GÁLVEZ ¿DE IZQUIERDA?
Por Carlos González Muñoz
“¡No desaparecerán!”, grita.
Enemiga acérrima de los programas sociales, a los que siempre ha calificado de “comunistas”, ahora extraña que la derecha mexicana los defienda y se comprometa a no desaparecer.
¿De dónde le salió de pronto al PAN y a sus partidos satélites, este amor por el pueblo pobre? ¿el interés por defenderlo?
Seguramente sólo se trata de una pose demagógica que intenta engañar tontos y captar votos pero lo cierto es que Xóchitl Gálvez, la candidata del PRI y PAN a la Presidencia de la República, viene repitiendo una y otra vez que si ella gana la contienda electoral, no desaparecerán los programas sociales. Qué raro.
¿Por qué la candidata del PAN y PRI, partidos políticos que siempre se han opuesto a políticas públicas con contenido social, ahora aparecen defendiendo programas dirigidos a reducir la pobreza y la desigualdad social que día a día reproduce el sistema capitalista?
La única razón que explica este hipócrita corrimiento de la derecha mexicana hacia la izquierda, es para evitar que Xóchitl siga cayendo en picada, impedir que el candidato de Movimiento Ciudadano pueda desplazarla hasta el tercer sitio en las preferencias electorales, como viene sucediendo.
Tanto ella como PRI y PAN, están al borde del infarto porque han comprobado el rechazo de la mayoría de las y los mexicanos hacia estos partidos y sus plataformas, por eso se vieron obligados a robar y plagiar los programas sociales de Morena, hacerlos suyos, prometer que no desaparecerán, un acontecimiento revelador porque exhibe a una derecha carente de propuestas propias, novedosas, obligada a disfrazarse de izquierda y asumir compromisos “incómodos” , enarbolar demandas ajenas a su ideario político e ideológico original y verdadero.
El plagio de los programas sociales y el compromiso de que no van a desaparecer, exhibe no solamente la hipocresía que siempre ha caracterizado a los conservadores, sino también muestra la necesidad que hoy tienen estos partidos de la derecha mexicana de disfrazarse de izquierdistas para conquistar votos y evitar la derrota, algo pocas veces visto.
Que la derecha vaya caminando por calles y plazas públicas, con vestimentas prestadas, es un triunfo político y cultural trascendente.
Señora Xóchitl y compañía, les será inútil: El lobo, aunque se disfrace de oveja, siempre dejará al descubierto su verdadera fisonomía y asomará la patita, el rabo…o el chicle.
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esos programas no reducen la pobreza y la desigualdad, lo único que generan son votos, al gobierno de Morena no le conviene que disminuya la pobreza de eso viven