XÓCHITL GÁLVEZ, REGRESO AL PASADO

Por Carlos González Muñoz

La candidata del PAN, PRI y PRD a la Presidencia de la República, Xóchitl Gálvez, ha advertido que si gana las elecciones el próximo 2 de junio, revertirá la mayoría de las reformas que ha emprendido el actual gobierno federal.

Aunque las encuestas muestran que la señora Gálvez tiene actualmente pocas posibilidades de derrotar a la puntera, Claudia Sheinbaum, candidata de Morena, aún así podríamos imaginar cuáles serían las consecuencias para nuestra entidad, si en la silla presidencial volvieran a sentar sus reales los tres partidos políticos que la patrocinan.

Dejando de lado otras de sus propuestas, abordando solamente dos temas, seguridad y energía, Xóchitl ha advertido que “no le temblará la mano” para combatir a la delincuencia y en el tema de la energía, dijo que “cerrará refinerías”.

En lenguaje llano, debemos entender que si ella gana las elecciones presidenciales, a Baja California Sur regresarían los asesinatos, los levantones y las narco mantas colocadas en puentes y calles céntricas. La violencia desbordada que predominó en aquellos años de gobiernos panistas, resultado de la nefasta y equivocada “guerra en contra del narco”, volvería a formar parte del diario acontecer de la población, una experiencia que nadie quiere se repita.

Jamás aceptará Xóchitl que una de las causas principales que explican la expansión de la violencia en México es la complicidad de los gobiernos del PRIAN con la delincuencia del narco y el ejemplo de Felipe Calderón, es irrefutable.

En el caso de la energía, amenazó con cerrar las refinerías “por contaminantes” y optar por energías limpias, todas ellas en manos de extranjeros . Esto significa que los “gasolinazos” serían otra vez cotidianos, convirtiéndose en un factor inflacionario y en la más seria amenaza a los bolsillos de cientos de miles de familias, comercios e industrias porque desaparecer refinerías significa importación masiva del combustible, como se hacía en el pasado inmediato. México volvería a ser una nación dependiente del exterior, echando por la borda los esfuerzos del actual gobierno federal para que seamos un país soberano en materia energética.

Con su propuesta de “mano dura”, lo más seguro es que el tráfico legal e ilegal de armas y municiones procedentes de EU se incrementaría debido al aumento en la demanda tanto de las policías como por parte de las bandas criminales, regresando también al país las agencias estadounidenses de espionaje recién expulsadas por AMLO, como es el caso de la DEA.

En el ámbito de la energía, regresarían las apenas despedidas empresas extranjeras como Iberdrola, y la CFE, apenas saneada, volvería a ser rehén de esas empresas y a producir tan sólo el 20% de la energía que necesitamos.

En pocas palabras, las propuestas de la señora Xóchitl huelen a podrido, a rancio…a sangre.