
DESAPARECEN GRINGO Y SU YATE EN PUERTO SAN CARLOS
Por Carlos González Muñoz
La API no sabe nada de él. El Ministerio Público y Capitanía de Puerto San Carlos, tampoco.
Entonces, ¿dónde están Joseph Kevin Syec y su yate? Esta es la historia:
La noche del 15 de noviembre de 2021, el yate de lujo “Patime”, conducido por el estadounidense Joseph Kevin Syec, zarpaba de Puerto San Carlos cuando intempestivamente impactó a una embarcación menor de nombre “Torbellino” que conducía Marco Vinicio Pinzón Rojo, pescador ribereño y miembro de la Cooperativa La Herradura, quien debido a aquél percance no ha podido aún reincorporarse a sus actividades porque está incapacitado con la pelvis quebrada, el maxilar dislocado y una herida en el abdomen que aún no cicatriza del todo.
“Ni siquiera un mejoral he recibido” por parte del patrón del yate, mucho menos la reparación del daño, confiesa el afectado, quien ha recorrido infructuosamente desde las comisiones nacional y estatal de derechos humanos, hasta el Ministerio Público Federal, Migración, Procuraduría de Justicia, sin recibir respuesta a su exigencia de justicia, al contrario: Ahora lo quieren investigar a él para comprobar si tenía permiso vigente para pescar. ¡Hágame favor! ¡de víctima está punto de pasar a ser culpable!
A casi dos años del percance y comprobarse fehacientemente la responsabilidad del extranjero, a pesar de existir una orden de aprehensión en contra del patrón del yate, no ha sido posible ejecutarla por una razón muy simple: ¡patrón y yate desaparecieron desde aquella fecha!
Marco Vinicio Pinzón, no se explica cómo es posible que tanto capitanía de puerto como el ministerio público, permitieron que el yate y su dueño desaparecieran del territorio nacional cuando está de por medio una investigación judicial.
¿Desaparecidos para protegerlos?, se pregunta.
Jean Paul López Rodríguez, capitán de puerto en esa fecha, tendría que explicar, dice Marco Vinicio, por qué permitió que el yate implicado en el accidente partiera de Puerto San Carlos, cuando retener la embarcación era su obligación por ser el cuerpo del delito.
Lo mismo sucedió con mister Joseph: el patrón del yate desapareció sin dejar huella gracias a un ministerio público displicente que nunca lo retuvo tras las rejas ¡y sólo le pidió una copia de su licencia de manejo! ¡por si era necesario contactarlo!
Indigna constatar cómo en este caso las autoridades encargadas de salvaguardar la vida y patrimonio de los mexicanos, en lugar de cumplir con su deber, optan por proteger a extranjeros, ahora en la modalidad de ¡desaparecerlos del mapa!
API, Capitanía de Puerto y Ministerio Público tienen que ofrecer una explicación por estas omisiones injustificables y están obligadas a que tanto el gringo como su yate aparezcan de inmediato para que el proceso judicial siga su marcha.
De lo contrario dejará de ser una sospecha que hubo dinero de por medio en estas “desapariciones” y será una certeza que estamos ante un caso de corrupción obvio y evidente.
Marco Vinicio y su familia merecen una explicación convincente que no deje lugar a la duda.
Descubre más desde Colectivo Pericú
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.
La pregunta es ¿ porqué hasta ahora sale a la luz esta información? Ya pasó 1 año y ocho meses. Muy raro