En Corto


UNIR OCÉANO Y GOLFO, OPORTUNIDAD DE DESARROLLO

Por Carlos González Muñoz

La construcción de una carretera en el sur del vecino estado de Baja California que conectará al Océano Pacífico con el Golfo de California, puede ser la gran oportunidad para el despegue económico de los municipios de Mulegé y Loreto, ubicados en el norte de Baja California Sur, alejados geográficamente del pujante y privilegiado municipio de Los Cabos, principal motor del desarrollo económico del estado.

En reciente reunión de los gobernadores de las cinco entidades federativas que colindan con el Golfo de California, BC, BCS, Sonora, Sinaloa y Nayarit, se anunció que la carretera de 78 kilómetros de longitud unirá a las poblaciones de Santa Rosaliita, BC, y Bahía de Los Ángeles, BC, con el propósito de que yates y embarcaciones que naveguen por el Océano Pacífico, puedan utilizar esta vía terrestre y trasladarse directamente hasta Bahía de Los Ángeles, para posteriormente poder navegar a lo largo y ancho del golfo, recorrer sus costas, visitar los puertos, sus poblaciones.

La carretera anunciada, afirmaron, “tendrá servicios especiales de transporte de yates (acarreo) para cruzar del Pacífico al Golfo y viceversa”, incluyendo la creación de puertos en diversos puntos estratégicos “para complementar el servicio”.

Adicional a este ambicioso proyecto de desarrollo regional, los gobernadores de las cinco entidades anunciaron también la posibilidad de adquirir “un crucero de dimensiones regulares que permitirá conocer los distintos puntos de interés del Golfo”, sitios en los que por supuesto estarán incluidos Loreto y Santa Rosalía, poblaciones de Baja California Sur que cuentan con atractivos turísticos y la infraestructura necesarias para convertirse en puntos estratégicos del proyecto en lo inmediato.

Se trata de una opción de desarrollo económico regional, el primero en su tipo, que une a cinco entidades federativas cuyo rasgo en común es tratarse de estados gobernados por Morena, oportunidad política única para dejar atrás los proyectos de alcance exclusivamente local, restringidos sólo a una región geográfica.

Se trata de gobiernos conscientes de que México requiere ampliar y diversificar sus opciones de desarrollo económico y social, conducir sus pasos por nuevos caminos de crecimiento, explorar opciones de desarrollo que exigen de nuevas visiones a futuro y del esfuerzo coordinado entre iguales, dejar atrás la competencia perniciosa y despiadada entre gobiernos de diferente signo político que por ese hecho y por objetivos meramente partidistas, electorales, se disputan un mayor pedazo del presupuesto, sin importarles la población a la que dicen representar.

Así como el Tren Maya representa para Chiapas, Campeche,Tabasco, Yucatán y Quintana Roo, una oportunidad única de desarrollo económico, igualmente el proyecto Santa Rosaliita-Bahía de Los Ángeles, de hacerse realidad, será un símbolo de los nuevos aires que han comenzado a soplar en todo el país, correspondiendo ahora el turno al noroeste de la Patria.


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