
Por Vic Villavicencio
A tirones y jalones, por fin quedó listo el primer tamo del bulevard Pino Payas.
Nomás que los sarcásticos vecinos ya le cambiaron el nombre, ahora lo llaman PINO FALLAS .
Digo.
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Bueno, viéndola bién «El Puchas» nó tiene tan malos gustos. Esta chava, ó seáse nuestra Señora Alcaldesa siémpre está curiosita, nó está tan tirada a la calle, se defiende bién. Lo malo es el padrote que agarró , pues ya está muy betabel el Señor, muy desvensijado y la prueba está en que el amigo después de tener un encontronáso con Ella, ya regresa a su esquina haciendo el avioncito. Sus séconds casi lo tienen que cachar para que no se valla hasta el suelo. Por más que él diga que cuándo el líbido amengua, pues con la lengua, nó eso nó, la Damita lo que quiere son dos ó tres sentones bién dados y ahí es donde se le pone muy pa’rriba al Profe. Carga tan mal aspecto «El Puchas» que ya empiezan las apuestas entre los que dicen que ni a la mitad del sexenio va a llegar y los que aseguran que sí va a llegar al término del mandato aunque lo haga como Don Roque, aquel mono que traía el ventriculo Paco Miler y siendo cargado por Omar Castro Cota «El Simpatías».