En Corto


PAN: MÁS DE LO MISMO

Por Carlos González M.

Aunque usted no lo crea sólo les faltó proponer que un recomendado de Genaro García Luna sea el director.

La bancada del PAN en la Cámara de Diputados, criticó la política de seguridad del Presidente de la República y el día de ayer en tribuna propuso la creación de una corporación especializada en investigar a la delincuencia organizada porque, aseguran, el país vive una crisis de inseguridad.

Jorge Romero, coordinador de los legisladores federales del PAN, dijo sentirse orgulloso de que con Felipe Calderón sí existió una política de estado que combatió al crimen organizado y que la propuesta de su partido obedece, dijo, al fracaso de la actual estrategia de abrazos no balazos. La propuesta de Acción Nacional incluye la utilización de tecnología para facilitar mecanismos de denuncia, fortalecer a las policías municipales y también la creación de cuerpos especializados para perseguir ciberdelitos.

¿Acaso no existió ya una corporación con estas características? ¿No se dejó en manos de esta agencia la responsabilidad de combatir al narcotráfico? ¿En qué acabó convertida?

Es una historia que se repite pero esta vez como caricatura porque la propuesta es una copia defectuosa que reproduce las recetas que aplicó Felipe Calderón durante su gobierno, recetas patrocinadas por el gobierno y las agencias de inteligencia estadounidenses.

La propuesta estrella del PAN, la creación de una agencia especializada de investigación, surge cuando aún está fresca en la memoria colectiva el caso de Genaro García Luna, un ejemplo estelar de corrupción y de complicidad entre el estado y la delincuencia: bajo el disfraz de una agencia especializada en combatir a las bandas criminales, existió una corporación que las protegió, sin importar los ríos de sangre y la violencia desatadas, los miles de víctimas colaterales cuya única responsabilidad fue estar en el lugar y momento equivocados.

Agencias y búnkers, a eso se reduce la estrategia de seguridad de la derecha mexicana.

Su punto de partida es considerar a la inseguridad como un problema que se resuelve con el aumento de la capacidad de fuego de las policías y con mayor despliegue tecnológico, estrategia no solo fallida sino criminal porque su aplicación en México condujo al surgimiento de un narcoestado, apenas en proceso de desaparecer. Preocupados obsesivamente en criticar y oponerse a las políticas del presidente Andrés Manuel López Obrador, descuidan las formas y dejan al descubierto su talante autoritario, su adicción perniciosa a la violencia: Ellos quieren balazos, les urge.

Lo sabemos, es imposible abatir la inseguridad si deja de combatirse la corrupción, particularmente aquella que tiene que ver con la complicidad entre autoridades y delincuencia.

¿Qué pasaría si el Gobierno federal atendiendo la propuesta de Acción Nacional, suspendiera los programas sociales? ¿extinguiera la Guardia Nacional y regresaran soldados y marinos a sus cuarteles? ¿Se dejara de nuevo a las aduanas y a las fronteras en manos de los recomendados de Genaro García Luna? ¿quiere Acción Nacional que dejen de atenderse las causas profundas que nutren a la criminalidad? ¿eso es lo que proponen?

Es útil insistir: Abatir los índices de inseguridad es atender la desigualdad social, la falta de oportunidades, acabar con la pobreza extrema, la marginación social, con las carencias en educación, salud, cultura, recreación.

Ninguno de estos factores verdaderamente importantes, valiosos, forman parte de la propuesta del PAN.

Se trata en cambio de una copia caricaturizada de la estrategia de seguridad que aplicó Felipe Calderón y no tiene nada de novedosa, es más de lo mismo: Corrupción y despilfarro, una propuesta que huele a podrido, a sangre.


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