INAH desprecia hallazgos en Xaltocan

Antonio Ceja

El descubrimiento de restos óseos de mamuts y humanos en la zona donde se construye el nuevo aeropuerto de Santa Lucía ha prendido los focos rojos de especialistas consientes de la importancia de esos hallazgos y que desde hace tres años se venían presentando. El proceso del avance de la obra del nuevo aeropuerto aceleró, por las excavaciones para instalar la cimentación de la torre de control y las pistas de aterrizaje, el trabajo que venían haciendo los expertos a mano usando rastrillos, palas, cepillos entre otros instrumentos que conservan la fragilidad de los fósiles. Por si fuera poco, luego del anuncio del hallazgo de huesos de aproximadamente 60 ejemplares de mamut, el INAH descubre 15 entierros humanos prehispánicos consistentes en tumbas dotadas de ofrendas mortuorias en la zona del nuevo aeropuerto.

Al ser un descubrimiento que merece la atención de antropólogos y paleontólogos y que podría significar que la obra del nuevo aeropuerto pueda sufrir un retraso importante por la extensión de los hallazgos, el gobierno federal ha decidido que ese descubrimiento “no afectará las obras del nuevo aeropuerto Felipe Ángeles” en una declaración del arqueólogo y funcionario del INAH Salvador Pulido Méndez con el cargo de director de Salvamento Arqueológico de la institución quien agregó que “hasta el momento, no hay ningún vestigio arqueológico de tal magnitud que nos lleve a frenar o a solicitar el rediseño de la obra. La terminal estará donde originalmente fue planteada, hay algunos vestigios arqueológicos allí, pero son sencillos, son vestigios que se excavan, se registran, se recuperan, se les da un tratamiento de conservación y pasan a los acervos del instituto”, detalló el funcionario.

Hasta ahí, todo parece indicar que el descubrimiento de los restos de mamuts y humanos son, para el INAH, algo así como cosa menor donde no vale la pena su conservación por su “sencillez”.

Sn embargo, de acuerdo a los registros del mismo INAH, la zona donde se construye el nuevo aeropuerto, son parte del extinto lago Xaltocan donde en el año 1240 A. C. ya se tenían los registros de conflictos tribales entre Xaltocan y Cuautitlán y en la zona del lago se asentó una importante comunidad donde el señorío otomí era patente. Los investigadores, además, tiene evidencia de que en ese lugar se realizó la ceremonia del Fuego Nuevo, ceremonia que buscaba el equilibrio y el orden del universo. En Xaltocan, según las crónicas de Alva Cortés Ixtlilxóchitl, sus habitantes (año 1200 A.C.) construyeron una isla artificial y usaron chinampas para transportarse y crearon un asentamiento humano de poco más de 5 mil habitantes y el lugar recibía tributo de 24 pueblos aldeaños.

En 2016, un grupo de arqueólogos mexicanos y estadounidenses iniciaron el rescate de la zona que comprende más de 1500 hectáreas en un ambicioso trabajo de rescate denominado Proyecto Arqueológico Espacios rituales comunitarios en Xaltocan desde el período posclásico hasta el colonial. Además de los vestigios prehispánicos, se investigan los restos de la presencia española durante la conquista. En el lugar cercano a Santa Lucía, se encuentra una iglesia donde se ha localizado un panteón con varios restos humanos.

La importancia de la zona de Xaltocan, que quiere decir “arenal de arañas” o “donde se siembra la arena quizás refiriéndose al relleno artificial de arena que dio origen a la isla del lago hoy desaparecido, ha sido ya declarado como un lugar de hallazgos sencillos cuando en el 2016 fue un descubrimiento de tal importancia que investigadores extranjeros acudieron al rescate de los vestigios de esa zona.

Así de miserable es la 4t al preponderar una obra como el aeropuerto Felipe Ángeles menospreciando la historia del México antiguo y que seguramente serán aplastados por planchas de concreto y olvidados ante la indiferencia del INAH que se convierte en cómplice de la destrucción de la zona por el capricho insensato del presidente.

https://www.cronica.com.mx/notas/2017/1032678.html