¡MORENA!, ¿EN DÓNDE ESTÁS?

Por Carlos González Muñoz

Mientras en México no exista un partido MORENA de a de veras, fuerte y bien organizado, con presencia cotidiana en la vida pública del país desde Tijuana hasta Tapachula y desde Matamoros hasta Bacalar, en Quintana Roo, pasando obligadamente por Baja California Sur, los Peña Nieto, Calderones, Salinas de Gortari, Fox y Fernández de Cevallos – personajes que abundan en el país, muy enojados y agazapados, preparando su venganza-, todos estos sinvergüenzas podrán estar tranquilos y esperanzados a que pueda retornar un Presidente y una clase política que les devuelvan los privilegios recientemente retirados.

Porque los mexicanos progresistas que dimos una gran batalla durante el proceso electoral del año 2018 para hacer a un lado al PRIAN y construir un nuevo régimen, podremos contar con un gran líder como es el caso de AMLO, honesto y capaz, pero aun así no es ni será suficiente para sacar adelante las profundas transformaciones que el país requiere, y evitar así la reinstalación de la derecha en la silla Presidencial.

Es decir, para no ser barridos e ignorados de nuevo, necesitamos prepararnos.

A partir de 2020 se va a necesitar un esfuerzo mucho mayor al aplicado hasta ahora tanto por el Presidente de la República como por los legisladores federales y locales de MORENA, por los cientos de alcaldes y regidores que pertenecen a este Movimiento a lo largo y ancho de los 2 500 municipios en que está dividido políticamente el país, por los miles de funcionarios públicos afiliados a MORENA y que están prestos a servir desinteresadamente a la comunidad.

No es suficiente contar con ellos porque urge la edificación de un organismo que trascienda y vaya más allá de la personalidad del individuo, de su simpatía, ingenio o talento, por importante que estos atributos sean porque a fin de cuentas todo esto se acaba y la población -para alcanzar los objetivos propuestos, sobre todo aquellos de mediano y largo plazo-, no puede depender exclusivamente de la buena suerte o de la voluntad política del líder, de su buen estado de salud, de su inteligencia y talento personales. Es decir, se necesita de una institución con más poder y prestigio que el propio líder, de un poder que lo apoye y acote al mismo tiempo.

Esto sólo es posible si existe digamos, una “fabrica” de líderes políticos educados en el dificilísimo arte de la negociación, de la diplomacia, de la oratoria, del conocimiento de la historia, etcétera. Y eso debería hacer un partido político verdadero…al menos eso creo porque hasta la fecha no ha sucedido en México.

Los líderes y caudillos progresistas que han surgido en el país en los años recientes, dirigiendo movimientos sociales y conquistando espacios democráticos a través de procesos electorales exitosos, son personajes importantes, sí, pero con todo y su grandeza, dosis de heroísmo, los mexicanos identificados ideológicamente con los pobres, con la clase trabajadora, estos mexicanos a quienes se nos identifica como de “izquierda”, seguimos hasta la fecha careciendo de un instrumento político surgido de las entrañas del pueblo que dé permanencia a su rebeldía, de un espacio en donde se eduque a los jóvenes y enseñe a los adultos cómo construir acuerdos de gran alcance, un sitio en dónde se amplíe el círculo de la toma de decisiones y pueda así dejarse atrás la época en donde reducidos grupos de “iniciados” son quienes toman las grandes decisiones, a espaldas o alejados de la gente.

MORENA debe hacer acto de presencia de inmediato en lo que se ha llamado “la Cuarta Transformación”, porque es la gran ausente.

Urge un partido surgido de los barrios, colonias y centros de trabajo que permita darle cauce al descontento social que caracterizó al proceso electoral del año 2018. No podemos dejar sólo a AMLO y a nuestros legisladores en la contienda feroz que se está desarrollando con los conservadores de ahora y siempre, por eso MORENA es un factor político indispensable que urge incorporar a la contienda.

Espero que tanto Guillermo Guzmán como el profesor Chema, morenistas sudcalifornianos que están en el ánimo de la población para que alguno de los dos ocupe próximamente la presidencia estatal de este partido político en formación, dedique la mayoría de su tiempo para lograr que MORENA sea confiable y atractiva para sus simpatizantes tanto como respetada por lo que queda del PRIAN.

La historia moderna ha demostrado aquí y en otros países que mientras no exista un ejército de ciudadanos preparados PROFESIONALMENTE para la lucha y defensa de los valores de la democracia, todos los cambios y transformaciones sociales, políticas y económicas que la izquierda ha emprendido desde la Presidencia de la República y desde el Congreso de la Unión a partir de este año 2019, cambios que han significado un leve respiro en la agobiada vida cotidiana de la población, de sus capas más pobres y desprotegidas, todos estas transformaciones podrán ser revertidas si el PAN o el PRI regresaran a la silla presidencial, o volver ambos a ser mayoría en el Congreso de la Unión, porque seguramente echarían abajo todas las leyes y decretos que los miembros de MORENA han aprobado hasta la fecha para rescatar al país de la bancarrota, y regresarle la dignidad y soberanía perdidas.

A muchos mexicanos nos urge un espacio en donde podamos acudir para no sólo discutir cómo luchar en el presente, sino un lugar para soñar e imaginar colectivamente el futuro.

Porque de hacerlo en solitario estoy hasta la madre…