EN BAJA CALIFORNIA SUR FRACASO DE LEGISLADORES

Por: Armando León Lezama

Les quedó grande el puesto a quienes no son representantes populares en el hecho; son diputadas y diputados, del PRI, PAN, PRD, PT, PRS y MORENA que actualmente han caído en pérdida de confianza en el Estado de Baja California Sur.

Ocurre, que como magos y pandilla, perdieron más de 370 mil pesos del dinero del pueblo sudcaliforniano y se hicieron los olvidadizos.

Incluso, éstos diputados y éstas diputadas, están en conflicto legal, acusados entre ellos mismos ante la instancia judicial, precisamente a causa del robo entre los dizque legisladores, quienes no deberían mentir, robar, o traicionar.

Sin embargo, sí roban, sí mienten y sí traicionan.

Inflados como pavorreales torpes y gallinas viejas, no saben representar al pueblo sudcaliforniano y se pasan de lado cuando alguien les quiere solicitar algo, sea quien sea, sobre todo si son pobres.

Pero el tema central, en ésta ocasión, es, que el Congreso del Estado de Baja California Sur, no es bien representado en su honorabilidad, porque los oportunistas que cobran como diputados y diputadas, no aclaran donde quedaron los más de 370 mil pesos que en un abrir y cerrar de ojos, desaparecieron.

Debemos pedir su dimisión, su desvanecimiento, al actual manojo de inservibles diputados y diputadas para llamar a sus suplentes.

Lo anterior, además, porque la suma de sus incumplimientos, incapacidad, no sociabilidad, falsedad, apocamiento, trabajo sobre las rodillas, los coloca como indeseables.

Solamente, ponen su careta de hipocresía, en sus recorridos anticipados a actos de campaña electoral, dizque para escuchar; que no resolver, los problemas del pueblo sudcaliforniano.

Trastocando el orden del Congreso, ya que los periodos de receso de las sesiones del Poder son para hacer esa tarea y por lo regular, durante ese tiempo, acostumbran a irse de vacaciones.

Pero como los no representantes del pueblo, ya ven en el horizonte venir el amanecer de los tiempos electorales, buscan hacerse los amables.

Más irónicamente, en los derredores de las instalaciones del Congreso local, son miserables en su actitud. No son capaces de un diálogo serio y natural.

No se les pide más a estos diputados y diputadas de marras, porque son pobres de ideales, pequeños en su tamaño político, invisibles para la prensa nacional, gandallas o torpes a la hora de candidaturas; pero nunca hombres o mujeres probos y nunca honorables.

Les queda grande la curul – el asiento – en el Congreso local; sino lo cree, vaya a verlos.

Se sientan a la orillita; si suben la nalga, los pies quedan colgando.

Los más, ni leer saben.

Hacen de su mesa de trabajo, lugar de glotonería: Café, galletas, frutas, agua; y en cuanto dan las dos de la tarde; si están mal laborando, se van desapareciendo, tras bambalinas, para hartarse de comida que pagan del presupuesto.

Para finalizar, por cortarle, porque la lista de sus males es muy grande, no son concentrados en las sesiones de los martes y jueves: Unos platicando, otros en el Facebook; Algunos bobeando; incluso salen y entran, van y vienen como chamacos de jardín de niños. Y creo que los chiquitines se portan mejor.