CARLOS MENDOZA DAVIS, JEFE POLÍTICO Y CONSTITUCIONAL, EN BAJA CALIFORNIA SUR.

Por: Armando León Lezama

En marzo de 2019, tras la más reciente de sus visitas, Andrés Manuel López Obrador dejó en claro, que los nombramientos constitucionales merecen se les dé su lugar.

Sin ser cortesano, sino hombre de Estado, el primer presidente de México, enarbolando banderas de la izquierda partidista mexicana, reconoce hoy en día, el deber ser de la política: El pueblo pone y el pueblo quita.

Sin embargo, quien ejerce mandato constitucional, del nivel que sea, tiene que preservar su derecho a ser tomado en cuenta, en tanto, es vigente su obligación de servir.

En el caso de la entidad sudcaliforniana, aplicó la expresión: presidente no desconoce a gobernador.

AMLO, le dio la batuta de la gestión pública a Carlos Mendoza Davis, ante la federación: “ÉL, gestionó”, dijo el presidente de México.

Habló de reconciliación en la zona sudcaliforniana, más diferenciada, entre indigencia, miseria, pobreza, ricos, millonarios y multimillonarios: Los Cabos. La región de los contrastes.

La reconciliación, impone, la conservación del estatus del mandato constitucional, del gobernador en turno: Carlos Mendoza Davis.

La tarea es ardua, en el hecho de refundar el país, de avanzar culturalmente el proyecto alternativo de nación.

Un proyecto que no destierra las distintas miras partidistas, que no encaja en posible dictadura; por el contrario, deberá fortalecer la democracia participativa y aceptar, que en el México del siglo XXI, la alternancia de los poderes públicos, continuará vigente.

Entonces, el objetivo de los gobiernos en los Estados unidos mexicanos, debe ser, en esencia, el mismo que siga el gobierno de México, de aquí al 2024. Sino es que antes.

Por cordialidad y sana convivencia, la vida pública, debe ir en paz.

El presidente de nuestra república mexicana, es, Andrés Manuel López Obrador y el gobernador constitucional del Estado de Baja California Sur, es, Carlos Mendoza Davis.

De hecho, se sintió el apagón de reflectores para el delegado federal, “El Puchas”, Víctor Castro Cosío, tras la visita del presidente de los mexicanos, que reventó en un desaguisado en el congreso local, entre integrantes, Leonelistas y Puchistas por la silla administrativa del poder legislativo sudcaliforniano.

Se sintió el desvanecimiento de los alcaldes de juntos haremos historia en la media península, tres de cinco, ya que Loreto fue salvado por el PAN, organización política de Carlos Mendoza Davis. Y en Mulegé, las fuerzas magisteriales pusieron su bandera de conquista, con la bandera del extinto panal.

Por su parte Carlos Mendoza Davis, asumiendo su presente como jefe político, hace sentir públicamente su fuerza, palomeando funcionarios de corte federal y local.

Recorriendo una y otra vez la geografía sudpeninsular, atendiendo en su agenda, a los que puede, entregando obra pública, incorporando en su quehacer a los diversos sectores, como asunto normal.

Un asunto trascendente de su gobierno, será la puesta en marcha del himno de nuestro Estado de Baja California Sur y la colocación en nichos institucionales de la bandera de nuestra entidad.

Es un asunto cultural heredado durante lo que va su mandato sexenal – va para el cuarto año –, que enaltece historia, identidad y geografía sudcaliforniana.

Otro logro de largo plazo es la unidad deportiva: Estadio Arturo C. Nahl; Estadio Guaycura y mismos que ya rinden beneplácito a los lugareños y permanecerán como detonante de otros espacios de convivencia en la media península.

Sin duda, como todo político, gobernante y legislador, no es monedita de oro; pero sí es en Baja California Sur, el jefe político constitucional y el primer panista en la entidad.

Le tocará pues, llegar al 2020, trabajando en buenos términos con el gobierno de México, tal como lo hizo con el priísta Enrique Peña Nieto, quien también le reconoció su gubernatura, recibiéndole antes que a sus propios compañeros de partido político tras la elección de 2015, para darse el saludo institucional.

Carlos Mendoza Davis, es gobernador, en una temporada, que el crecimiento de la población en Baja California Sur, causa explosión demográfica, causando la existencia de posibles votos para la diversidad partidista de quienes participen en la jornada electoral del año 2021.

Dicho de otra manera, en 2021, se puede romper y atajar las alternancias del poder de 12 años, que en Sudcalifornia, inició el 7 de febrero de 1993, con la ruptura del PRI y la llegada del PAN mayoritariamente en tres de los cinco ayuntamientos y dejando en minoría a las demás representaciones populares en el Congreso local.

En estos enredos del manejo de la votación por parte de la población a través de sufragios efectivos en las urnas constitucionales, MORENA, no las tendrá todas a su favor, quizá las ambiciones de sus integrantes, origine fuego amigo, como ya se ventila, sumándose a la hecatombe de los recién llegados, las militancias de cúpula del PT y lo que queda de encuentro social.

Quedando para Carlos Mendoza Davis, cancha amplia en materia electoral. De hecho, muchos PRI son proclives a unirse con el PAN, otros tantos del magisterio estatal también y miles de ciudadanía que cambia banderas en el ejercicio de los poderes públicos, no están exentos de ir a las urnas con la oposición a MORENA y sus achichincles.

Desde siempre, teje finito el mandatario institucional, y como los políticos con tablas, dará la pelea para lograr en dos años, impactar en miles y miles de sudcalifornianos, con afán del triunfo electoral, para que los habitantes de ésta entidad del país mexicano, digan la última palabra.

En tato, Carlos Mendoza Davis, ahí va, entre MORENOS, PETISTAS Y un puñado del ex encuentro social, que deben entender, que no son tiempos de campañas políticas; que se debe mantener la sana relación institucional y el respeto a las investiduras.

No hacerlo, es desgarrar también la investidura presidencial, de un personaje que se auto desterrará de las sillas del poder, hacia finales de 2024, si es que pasa la prueba de fuego de la ya puesta en escena de la revocación de mandato.