El efecto Meade en el gobierno de CMD

Por: Luis Roldán

La reciente designación de José Antonio Meade Kuri Breña como secretario de Hacienda y Crédito Público no sólo motivó especulaciones en el escenario nacional rumbo a la sucesión presidencial, sino que también causó efectos en el equipo del gobernador Carlos Mendoza Davis, debido a la estrecha relación política y de amistad entre ambos personajes.

La amistad que se profesan Meade y Mendoza no es nueva para los sudcalifornianos, ya que se conoce de ella desde que los dos la iniciaron en la juventud al realizar estudios de secundaria y preparatoria en la ciudad de México, y que han mantenido hasta la fecha. No solo a ello adjudican los sudcalifornianos las frecuentes visitas que el extitular de la SEDESOL realizó a BCS en tal cargo, sino que en realidad es un visitante asiduo desde hace muchos años a nuestra entidad.

Sin embargo, desde los últimos meses del 2015 en voz baja se comentaba en el equipo mendocista que dichos afectos podrían fortalecerse si el hoy responsable de las finanzas nacionales alcanzaba la nominación priista a la presidencia de la república, comentarios que se avivaron crecientemente desde la semana pasada cuando Meade arribó a su quinta titularidad como secretario de Estado.

Así, funcionarios del gabinete estatal panista han volcado nuevamente su emoción hacia la posibilidad de que su jefe pueda emprender en el futuro vuelos políticos nacionales si Meade recibe la unción priista como el candidato a la primera magistratura del país, lo cual, guste o no, resulta altamente viable, al margen de colores partidistas que la amistad sabría ocultar, en especial al pasado del actual gobernador por las filas tricolores.

Y el escenario que dibujan para el mandatario sudcaliforniano, dicho por cercanos a él, plantea dos vías: la primera, si Meade resulta electo candidato a la presidencia, Mendoza Davis podría incorporarse a la campaña desde una posición ciudadana ya que guardaría las formas de regresar al PRI, situación que lo vulneraría ante los militantes azules en nuestra entidad y se observaría como un oportunismo.

Si esta posibilidad se cumpliera, es decir hacia fechas posteriores a noviembre de 2017, Mendoza Davis podría partir a la capital del país con la posibilidad de controlar el Congreso del Estado para imponer a su sucesor que deba cubrir los últimos cuatro años de su gobierno.

Para ello, desde ahora comienzan las apuestas y buena parte del gabinete local ha comenzado a cargarse hacia el secretario de Finanzas, Isidro Jordán, particularmente cuando se le comenzó a ver al lado del gobernador en la gira que realizó por el municipio de Comondú, después de haber estado guardado por varios meses cuando se rumoró que visitó los cinco municipios para dar un vistazo a sus bonos hacia la candidatura al senado de la república.

Así, aunque brevemente se llegó a comentar en las filas gobiernistas que el gobernador Mendoza podría ocupar un puesto de importancia en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público con la llegada de su amigo Meade. Lo cual se ve cada día más alejada.

El segundo escenario es esperar que Meade resulte candidato a la presidencia y obtenga el triunfo para que, entonces sí, el mandatario sudcaliforniano haga maletas para incorporarse al próximo gabinete federal como responsable de una secretaría.

En esta segunda posibilidad, la Constitución Política local prevé que el Congreso del Estado designe al gobernador sustituto para concluir los últimos dos años, tiempo que le faltaría si Mendoza se suma al gabinete de Meade en diciembre de 2018.

No obstante tal especulación, para Mendoza Davis quedaría por superar el trance de dominar las pasiones azules que desde ahora parecer decir en voz baja que no se lo perdonarían. Es más, dicen algunos, estarán pendientes de dichos escenarios para evitar una traición partidista y, en su caso, para reclamar que el sucesor estatal sea un panista de hueso azul. Y, una vez más, suena el nombre de Isidro Jordán.

Hasta el momento se recuerda al general Agustín Olachea como el único sudcaliforniano que ha escalado al gobierno federal como encargado de una dependencia, la Secretaría de la Defensa. Pero también está el caso de Leonel Cota Montaño quien, en 2005, dejó el cargo para incorporarse a la campaña del entonces perredista Andrés Manuel López Obrador, que tan sólo quedó en un intento, pero que se aseguraba que el político de Santiago podría haber llegado a la Secretaría de Agricultura si otro hubiera sido el resultado electoral de entonces.